viernes, 16 de agosto de 2019

CASTILLA: SE VIENE EL CENTENARIO


Discurso por el Nonagésimo  Noveno aniversario de reivindicación del Distrito de Castilla.-
Por Miguel Godos Curay
Ritual indígena registrado  en Trujillo del Perú
del Obispo Baltazar Jaime Martínez de
Compañón.

Consta en los anales de la historia reciente que el  30 de Marzo de 1861, el Presidente Ramón Castilla, decretó la Ley de creación del Distrito de Castilla, como  parte de la Provincia de Piura. Sin embargo, el 10 de Agosto de 1908 mediante Ley 723 se decretó la reincorporación de Castilla al Distrito de Piura, en razón de su cercanía. Doce años después, el presidente Augusto B Leguía, promulgó la Ley Regional 208, del 13 de  Agosto de 1920,  reivindicando  políticamente y devolviendo su categoría de Distrito  a Castilla.  Piura y Castilla siempre han estado unidas por un puente el desaparecido Puente Viejo inició su construcción el 28 de diciembre de 1891 y se inauguró el 18 de abril de 1893. Su constructor fue el ingeniero Carlos F. Findlay y su costó fue de 70 mil soles. Había un puente de palos que un día de creciente se llevó el río y uno de sus usuales peatones cogido de los maderos fue a parar hasta Montesullón en donde se erigió por agradecimiento una capilla llamada Capilla de  Reto porque así era el apellido de este nuevo Moisés salvado de las aguas.

Enrique López Albujar en Los Caballeros del Delito anota lo siguiente: “Castilla.- Castilla denominado así geográfica y políticamente, y Tacalá, por ley de la tradición, es bajo cierto punto de vista, más que un pueblo autónomo, un barrio de Piura, tendido sobre la margen izquierda del río de ese nombre. Esta unido a la ciudad capitolina por un puente y por vínculos de dependencia comercial y política, pero separado por usos y costumbres, prácticas religiosas, principios de ética social y hasta por el clima. Un cauce y doscientos pasos de distancia han bastado para establecer  entre uno y otro sustanciales diferencias.”

Más adelante refiere: “En su origen Tacalá fue el epicentro de una zona agrícola
Incaica y el punto de reconcentración de una población indígena numerosa, formada por los naturales del Chilcal y de  Yupita, medio soliviantados  en su pacifismo por la aparición del grupo piurano-paiteño trashumante.”

Otra cita anotará:  “Pueblo de campanas, músicos, castillos y camaretas;  curas, procesiones y mayordomos; velorios, entierros, sopas de honras. Chicha, riñas y puñaladas”. La devoción de Nuestra Señora del Tránsito es muy antigua y en el atrio de su templo se escenificaba el auto sacramental “Montezuma” que recordaba la vida y muerte del emperador azteca. Toda festividad se celebraba con diablicos y tamboril y chirmías. Los santeros recorrían los barrios repartiendo algodoncitos benditos para la salud y como antídoto contra el infortunio. En el Archivo Arzobispal de Lima obra un expediente sobre los límites de Yupita correspondiente s 1851.
Otros documentos de importante valor son: la “Prevención del Cura de la Matriz de Piura, doctor don José Santos Vargas Machuca, de que se apruebe el despojo que ha hecho al Cura de Catacaos (1850), del sitio de Tacal.


Prosiguen los “Autos por lo que el Cura de Catacaos, Fermín Seminario solicita que el doctor Vargas Machuca exhiba el testamento del Cacique de Amotape don José Reyes Zapata (1799). Otros documentos son los Autos del Litigio entre el Cura de Piura y el  Cura  de Catacaos  por el sitio de Tacalá (1842). En 1854  obran tres cuadernillos pertenecientes a la causa del Cura de Catacaos (1853-1854). Otro es el Expediente del juicio de dominio de Tacalá en Catacaos (1855-1856).  De 1854 aparece  un ejemplar del periódico “El Orden” de fecha 30 de septiembre de 1854 y del 20 de septiembre de 1854 donde aparece el asunto de Tacalá y la respuesta del Cura de Catacaos. Documentos que obran el  Archivo Arzobispal de Lima.

“En Castilla se planean los asaltos de Acho Grande, Vega Honda, El Negro, la Encantada y Monte Redondo. En Castilla tienen los bandoleros sus familiares, sus agentes, sus espías, sus mancebas –todos con careta de honestidad y amparados por algunas industrias a base de robos- y sus abogados y consejeros.”

Castilla, la antañona Tacalá tiene el privilegio mayor de haber sido, como consta en las actas del Primer  Cabildo y con asistencia del Capitán Juan de Cadalso Salazar, Visitador general en todos  estos valles hasta la ciudad de  los Reyes, el Capitán Alonso Foroeo de Ureña, Corregidor y Justicia Mayor de este partido y Gonzalo Farfán y Antonio de Frías  Alcaldes y el Contador Gabriel de Miranda, y  el Tesorero Ruí López Calderón y Pedro de Saavedra Procurador General de la dicha ciudad se acordó  la reedificación de la  ciudad de San Miguel del Villar y que para tal efectos e fundara como en efecto se fundó, con la presencia de vecinos estantes y habitantes  en el asiento de Tacalá.

Más adelante el texto señala: “…. se acordó y determinó el poblar la dicha ciudad encima de la obra de la Presa  y Tacalá de este  valle, que será dos leguas del pueblo de indios, antes más que menos, en donde haya agua y leña, y muy ben temperamento por ser dicho sitio muy desbajado y que lo baña el aire el cual viene por partes limpias, sin que pueda traer ningún mal olor ni corrupción que pueda que pueda causar enfermedades en la dicha ciudad…”

En una de las primeras ordenanzas se establece: “que por ninguna vía ni manera se consienta, ni nadie que lo haga, que desde la obra de la Presa y Tacalá la parte de arriba no se lave ropa en el río ni se eche vascosidad ni inmundicia ni cosa que pueda hacer daño al agua, porque el agua dl trecho de dicho es la que ha de beber la gente de la ciudad, y lo que han de tener por vista y recreación por ser tan agradable como es, so pena al que fuere indio o india, negro o mulato o mulata de cien azotes dados por las calles acostumbradas de resta dicha ciudad con voz de pregonero que manifieste su delito….”

Otra de las primeras ordenanzas precisa “...que ninguna persona de cualquier calidad o condición   que sea que no tengan ningún geénero de ganado ni estancia desde el sitio Presa y Tacalá hasta pasado el pueblo de Catacaos, y llegado hasta la Muñuela de la parte hacia adonde está el pueblo de indios, de esta parte del río por el daño que hace a las naturales, que les derriban y hacen echan a perder las acequias por donde va el agua con que riegan y otros muchos inconvenientes que hay….” También se prohíbe expresamente el echar barbasco.

En el último Censo INEI del 2017 el Distrito registra una población de 160 mil 201 habitantes, de los cuales 79 mil 421 son hombres y mujeres  80 mil 780.La mayor parte de su población es joven y ahí el vigor de su crecimiento y potencialidad.

Pienso y sé que es un sueño posible que las empresas e instituciones aquí instaladas pueden contribuir al desarrollo del distrito. Hasta hace poco centenares de camiones que atravesaban el Campus de la Universidad Nacional de Piura hoy los hace por la vía alterna que construyó el Ministerio de Transportes. Si por cada camión que sale del medio Piura se abonara un sol el Municipio tendría una renta para el fomento de la educación y el deporte.

Igual sucede con el Aeropuerto. Hace poco por razones de trabajo viaje a Lima. El pasaje que se me cotizó en 170 dólares acabó costando 240. Yo me pregunto y de este monto cuánto queda para el distrito ya acostumbrado al umbral del ruido en donde se perturba el silencio. ¿Hay una compensación justa que beneficie a los castellanos? No lo sé. Pero la historia registra que en las postrimerías del siglo XIX por cada botija de chicha que pasaba por el desaparecido Puente Viejo se pagaba un importe para su mantenimiento. No es legítimo que actividades que generan ingentes ganancias no beneficien  a sus stake- holders que no es otra cosa que la identificación de quienes directa o indirectamente son afectados por la actividad  y decisiones de una empresa.

Castilla, tiene Estadio, hospitales, clínicas, universidades e instituciones educativas prestigiadas a las que se debería pedir con legitimidad un porcentaje de becas para los mejores alumnos sin recursos del distrito. Siento en Castilla enormes posibilidades de futuro amenazadas por los corredores inmobiliarios que encarecen el precio de la tierra con el negocio especulativo. Pero también por los malos vecinos  que abandonan la basura en las calles de la ciudad.

Siento a Castilla en el pan caliente que recorre en canastos el mercado. En las chitas al ajo en el morro de Olegario. En sus nuevas poblaciones de migrantes venidos de la sierra de Morropón. Siento que hay que ocupar el estadio y darle uso para el deporte intensivo que nos preserva de esa amenaza inocultable que envenena a los jóvenes. Y que esas piscinas vacías, al asomo del verano deben estar en uso para  fomentar la natación. No es mucho pedir pero el vigor de la agroindustria al norte tiene que sentirse en los poblados vecinos, en las escuelas, en los campos deportivos y en los barrios populosos.

No puedo culminar este recuento sin rendir mi homenaje de gratitud a los hijos de Castilla como  el General Juan Velasco Alvarado a humanistas como Miguel Maticorena Estrada y Carlos Chávez Sánchez historiadores y discípulos de Porras, a Juan Quezada de El Indio con esa sensible preocupación solidaria y humana.
A doña Olga Guerrero Ojeda y a muchos otros, hombres y mujeres que ha  contribuido al engrandecimiento del Distrito. A todos ellos mi profunda gratitud y entrañable recuerdo.

En el Romancero Piurano del poeta Teodoro Garcés Negrón una de sus más hermosas y terrígenas composiciones  se llama Jarana Tacaleña:


A este romancero  pertenecen los siguientes versos:
“Piso de tierra mojada/
y techo de ramas secas/
y pegadas a las quinchas /
las tinajas opulentas, /
llenas de chicha espumosa /
y de blanca mellicera /
picaos de carne adobada, /
de jaleas y cachemas, /
no faltará ni amor /
al mozo que jaranea.”


Por ese amor a la tierra que como diría Dante Alighieri mueve el sol y las estrellas. Estamos aquí en justo homenaje al Distrito de Castilla. Cierro  con la palabra gracias mi presencia. Como dice Octavio Paz  gracias es una palabra que todos los hombres desde que el hombre es hombre han pronunciado y que significa participar de la gracia que concede de Dios a los hombres y el que recibe las gracias siente ese don gratuito que nos hace agraciados. Así que no quede sino agradecer su deferencia en esta irrepetible ocasión.




PIURA A TRECE AÑOS DEL MEDIO MILENIO


Por: Miguel Godos Curay
Plano de San Miguel de Piura en Trujillo del Perú del Obispo Baltazar Jaime
Martínez de Compañón.(1737-1797) 

Discurso con motivo del Cuadrigentésmo Octogésmo séptimo aniversario de la fundación de San Miguel y el Cuadrigentésimo Trigésimo Primer aniversario del fundación definitiva de San Miguel del Villar de Piura.-

Las ciudades como los hombres dejan huella de su existencia y el caso de San Miguel de Piura  tiene la fascinación de la historia y el tiempo  pues estamos a sólo escasos 13 años para celebrar el medio milenio que no es poca cosa. Y escasos dos años para el bicentenario de la Independencia jurada en Piura un 4 de enero de 1821. Me apasiona la historia pero como decía mi padre habla poco para que te escuchen y bien para que no te olviden. De modo que soy fiel al consejo.

En San Miguel de Tangarara, Tanagarará o Tangaralá Francisco Pizarro fundó en 1532  la primera ciudad hispánica del Pacífico Sur. Refiere Raúl Porras que lo hizo a orillas de las cananeas aguas del Chira. La empresa no fue fácil por la hostilidad de los indígenas a tal extremo que  Pizarro llevó a la hoguera a trece caciques soliviantados por el cacique Amotape.

A consecuencia de la insalubridad del lugar  en  1534  Almagro dispuso su traslado a un lugar ubicado en las estribaciones del cerro Pilán en  un sitio denominado Pirua o Pirua topónimo del que finalmente surgió Piura. En Monte de los Padres o Piura La Vieja se inició la colonización hispánica y se plantaron las primeras sementeras se distribuyó solares en los vecinos.

Sin embargo, la presencia de mosquitos afectó a los vecinos que mostrando secreciones purulentas en los ojos poco a poco la primera urbe se convirtió en una ciudad de ciegos. A ello se sumaron plagas de roedores que deshicieron los primeros trigales a tal extremo que el cura del lugar el Licenciado Pedro Bravo de Verdasco pidió al Concilio Limenese la excomunión de las alimañas lo que en efecto se verificó arrojándose los ratones a la anchurosa  Quebrada de las Damas para no retornar jamás. Esta noticia la refiere  Antonio de León Pinelo en sus Crónicas de América Meridional.

Este asiento empezó a despoblarse en 1570 en que los vecinos se trasladaron a Paita en pos de aire fresco del mar. La vida en el puerto no fue fácil por el oneroso esfuerzo para el traslado de agua desde Colán a San Francisco de la Buena Esperanza. A lo que se sumó el acoso de corsarios y piratas por lo que los vecinos solicitaron  al Virrey don Fernando Torres de Portugal Conde del Villar don Pardo su traslado a un nuevo lugar  a inmediaciones de la presa de Tacalá donde  dispuso el Capitán Juan y Cadalso y Salazar dispuso su fundación y asiento definitivo un 15 de agosto de 1588.

Se señalaron como linderos  “desde el pueblo y valle de Pacora y Jayanca por la parte y término de los valles de Trujillo, y de ahí subiendo a la sierra de Penachí, Salas, Huarmaca y Huancabamba, provincias de Cajas y Ayabaca que confinan con términos de Jaén y Loja, y a Poechos, Marcavelica, Motupe, Máncora, Pariñas, Tumbes y Solana hasta la costa de este mar del sur, prosiguiendo por ellas hasta la Punta de la Aguja y prosiguiendo hasta los confines y costa de de los dichos pueblos de Jayanca y Pacora que confinan con la dicha costa de Trujillo”.

La nueva San Miguel del Villar de Piura se asentó  y distribuyó solares conforme a la fórmula hispánica. Solares para la plaza pública colocando en ella rollo, picota y horca,  Iglesia, al frente el cabildo, la justicia y la cárcel a un extremo el hospital Betlemítico y los solares de los vecinos. Aquí se instalaron los piuranos. Con costumbres propias y con esa convicción de los piuranos viejos que saben de todo sin necesidad de haberlo estudiado.
Sus calles y callejones característicos. San Francisco hoy calle Lima, Calle Real hoy Libertad, El Cuerno hoy calle Tacna, el Playón hoy Arequipa, El Pedregal hoy Cuzco y Los Ángeles hoy Junín donde a decir de López Albújar la calle por donde contradictoriamente ha andado más suelto el diablo. Piura tradicionalmente está divida en dos barrios populosos al norte la Mangachería y al sur la Gallinacera de la Plaza hasta el Camal. Piura tiene sus propias devociones y celebraciones.

Piura, tiene 32 mil 852 kilómetros cuadrados Israel tiene 22 mil 72 kilómetros cuadrados, Bélgica 30 mil 688 kilómetros cuadrados y con una riqueza diversa es un emporio de riqueza y un desafío para la conducción política. Y tiene un capital humano valioso que se puede  resumir en los paradigmas humanos como Grau síntesis de patriotismo y consecuencia cívica, un médico sabio como Cayetano Heredia de inocultable origen indígena o de inteligencias extraordinarias como don Diego de Villegas y Quevedo Vélez de Saavedra el primer peruano incorporado a la naciente corporación y más tarde Academia Española de la Lengua, el poeta repentista Francisco del Castillo y Tamayo El Ciego de la Merced, escritores como Miguel Gutiérrez Correa y el poeta Juan Luis Velásquez Guerrero amigo personal de Vallejo, el poeta Marco Martos actual Presdiente de la Academia de la Lengua, Luciano Castillo Colonna, Hildebrando Castro Pozo, Luis Felipe y Fernando Angell de Lama, el Nobel Mario Vargas Llosa que nació literariamente en Piura. Pintores como Ignacio Merino maestro de la luz, Luis Montero, Felipe Cossío del Pomar, Víctor Delfín entre muchos otros de las nuevas generaciones. Y sin duda mujeres como doña Carlota Ramos de Santolaya, Elvira Castro de Quiroz, Isabel Ramos seminario, Pina Zúñiga de Riofrío, Carmen Arrese entra otras poetisas y escritoras de trayectoria indeleble.

Dice el poeta Marco Martos:
Las casonas de San Miguel de Piura
Crujen y tiritan las noches de julio.
Circulan duendes en sus zaguanes y corredores
Y hay brasas calientes en sus cocinas silenciosas.
Se vendrán abajo cualquier tarde,
Un temblor un viento huracanado.

Señor Alcalde le entrego mi recado de fe y esperanza en una Piura mejor que está construyendo no le arredre la indiferencia y la desesperanza. Piura tiene vocación de grandeza y de progreso y no sienta usted esa sensación perversa de vivir como las tortugas a 33 revoluciones cuando las dimensiones del ritmo del progreso son otras. En la economía global se mueven diariamente por clicks de computadora  casi tres billones de dólares  el equivalente a una serpiente de billetes de diez dólares que van desde los pies de La Pola en la Plaza de Armas de Piura y no para hasta dar la vuelta a la de Trujillo. Y hay que ser firme y resuelto. Se ha dicho que los piuranos en materia  de legalidad tienen vocación de maromeros y no es cierto. Piura necesita cambiar y darle cara al orden y el progreso. No olvide usted que Piura es y será siempre la tierra donde el sol nunca se devalúa, la chicha nunca se evapora, la amistad nunca se extingue y a las mujeres hermosas como nuestra soberana nunca se les olvida. Gracias muchas gracias.

domingo, 9 de octubre de 2011

EL INCA TUPAC YUPANQUI Y LA INCORPORACION DE HUANCABAMBA Y AYABACA AL IMPERIO DEL TAHUANTINSUYO



POR: ALFONSO VÁSQUEZ ARRIETA

Entre nosotros (los piuranos), no se ha estudiado el origen y desenvolvimiento de nuestras culturas prehispánicas. No ha surgido, todavía, del seno de nuestra tierra, el arqueólogo, el lingüista, él historiador que nos revele la grande de nuestro pasado. Los notables investigadores del antiguo Perú, extranjeros y nacionales, no se han consagrado al estudio de las culturas de la costa y sierra piuranas.

Actualmente, superviven todavía a la acción destructora del tiempo y de la acción de los hombres, numerosas huacas en los valles del río Piura y del Chira, las cuales vienen siendo destruidas progresivamente por el tractor en el afán de ganar nuevas áreas de tierras para el cultivo del algodón y del arroz. Estas huacas, en el Medio Piura, asoman como pequeñas protuberancias en la superficie plana del terreno, siendo abundantes en las haciendas "Huápalás" y "Pabur". En el Alto Piura, el viajero acucioso descubre estas huacas o santuarios, a la vera de la carretera que conduce a la sierra, como elevados montículos, alcanzando hasta una altura de 10 metros, como se puede apreciar en la hacienda "Serrán", especialmente en el anexo llamado "Las Huacas", en atención a la gran cantidad de huacas existentes, la mayor parte inexploradas. En el valle de Catacaos, aún subsisten vestigios de remotas poblaciones.

En la Sierra, en la Provincia de Huacabamba, existen ruinas de pretéritas poblaciones, corno las de piedra que se encuentran en "Chulucanitas" (Distrito de Huancabamba), Huarmaca y cerro "El Buitre" (Canchaque); vestigios de dos templos o palacios en "Jicate" (Distrito de Huancabamba), etc. En la Provincia de Ayabaca, también existen ruinas de una ciudad de piedra en "Aypate" (Distrito de Ayabaca).
Ahondando en el estudio de la alfarería piurana, tanto de la costa como de la sierra, pues hay valiosas muestras en colecciones particulares, principalmente; interpretando la toponimia, preferentemente la de los lugares de la sierra, podríamos tener una idea aproximada de lo que fueron nuestras primitivas civilizaciones.

II
En este terreno, tiene para nosotros los piuranos una significación de gran trascendencia el paso del rey Túpac Inca Yupanqui por las provincias de Huancapampa y Ayahuaca y, asimismo, las conquistas posteriores de los valles de Sullana y Tumbes por otro emperador del Tahuantinsuyo: Huayna Capac.

Túpac Yupanqui, el hijo de Inca Yupanqui, fue el undécimo Inca. Guamán Poma de Ayala y el padre Bernabé Cobo, sostienen que fue el décimo. Y Garcilaso Inca de la Vega, afirma lo primero, en lo que están de acuerdo nuestros historiadores. Este Inca, partió de Cajamarca, procedente del Cusco, con 40 mil guerreros, con el fin de conquistar la nación Chachapuya, de gran renombre en esa época, densamente poblada, habiéndose calculado su población en una cantidad no menor de 40 mil habitantes. Esta tierra de hombres fuertes, conforme se desprende de su etimología, y de mujeres muy hermosas, fue ganada al imperio incásico, por la tenacidad desplegada por las tropas del Inca, ante la resistencia de sus moradores, que no acataron el llamado que se les hizo para un sometimiento pacífico pues deseaban conservar su libertad, prefiriendo antes la muerte. El ejército del Inca, apoderándose de inexpugnables fortalezas, soportando los rigores de inclementes nevadas, venció a los irascibles y valientes chachas, mandando después, una parte de su ejército, a reducir la provincia de Muyuipampa (Moyobamba),cuyos habitantes, conociendo lo estéril de la resistencia de los chachapuyas, se rindieron fácilmente.

III
Logrado este último, objetivo, Túpac Yupanqui, con el advenimiento del verano y ya repuesto su ejército de las cruentas contingencias de la lucha anterior, se encaminó a la provincia de Huancapampa, familiarizado con montañosos caminos, recorriendo posiblemente la misma ruta que hoy recorren quienes a lomo de mula unen estas dos regiones. Para esta nueva empresa, presidió un ejército de igual proporción numérica a la del que invadió las provincias antecitadas.

Huancapampa, resulta de la composición huanca y pampa. Huanca o Wanka, significa: peñón; y pampa, suelo llano, extensa superficie de tierras cubiertas de pasto. Y es que Huancabamba es una zona demarcada por una cordillera surcada por numerosos y escarpados peñones que abrigan zonas extensas de llanura de variados climas.

El Inca quedó deslumbrado ante la extensión de mi provincia y su población de gran volumen, pero de diferentes razas y lenguas» No existía unidad política, económica ni religiosa entre los huancapampas. Reinaba entre sus "naciones” una división completa; vivían en constante agresiones internas, mas no porque un señor quisiera imponer su autoridad a la de otros, ni por arrebatarles sus "haciendas", ya que estas no existían, sino, probablemente, por imponer la bondad de sus creencias religiosas, porque eran muy pródigos en sus idolatrías; unos adoraban animales, felinos preferentemente, otros aves, plantas ríos, lagunas, cerros, lo que no debe ruborizarnos por cuanto estos dioses fueron comunes a todos los pueblos que conquistaron los Incas.

Entre las aves, debieron adorar el "kuntur" y al halcon ("huamán"). Basta recordar que entre los chachas encontraron un pueblo "Kunturmarca", (la ciudad del cóndor), que veneraba al cóndor.

En esta época o con el advenimiento de la cultura incaica, barruntamos que, entre otras estrellas, veneraron a aquella que se conoció en plena vigencia del Imperio con la denominación de Machahuay o Macchakuay (culebra), porque entendían que ella propendía a la conservación de las culebras y serpientes, las mismas que les servían en ocasiones como armas y que las veneraban, además, para que no les hicieran daño. La supervivencia del apellido Machacuay, entre los actuales indígenas de la provincia, nos lleva a este convencimiento.

Entre los huancapampas, asimismo, presumo reinó el culto al dios Huari, pues cerca de la capital de la provincia existe la Comunidad de Indígenas, oficialmente reconocida: Huari-Kancha, vocablo que quiere decir: el templo de la vicuña o de un dios misterioso del viento o de las cordilleras, que llamaron, en otras latitudes: Huari.

Tengo la evidencia, aunque ningún cronista lo ha relatado, que alguna "nación" de los huancapampas. estuvo consagrada al culto de la divinidad Pariakaka. Divinidad, costeña que se presume perteneció al cuito de los "huallas" o yuncas de los valles de Lima, así como al de los "Huanchos" (de ascendencia aimara), tribus que impusieron este Dios en toda la zona andina de Lima. Esta evidencia, se corrobora con la existencia del cerro "Pariakaka" en las inmediaciones de la ciudad de Huancabamba. A esta divinidad y a fas otras que adoraron los huancapampas, debieron ofrendarles sacrificios humanos y de pacochas (llamas blancas). En Huancabamba existe un lugar denominado Jacocha corrupción, sin duda, de pacocha. Esta, práctica de los sacrificios se acredita además, con la existencia de morteros descubiertos en excavaciones realizadas en los alrededores de la ciudad de Huancabamba. En ellos se recibía la sangre proveniente de los sacrificios. Tengo un Maray de estos, de consistente piedra, que es una verdadera obra de arte.

Entre las constantes luchas que protagonizaban entre sí los huancapampas, los vencedores arrebataban, como premio, a las mujeres e hijas de los vencidos; y, los varones, se comían entre ellos.

Por esta situación, por la desorganización imperante en estas tribus, la conquista de los huancapampas se operó con mucha facilidad, no ofrecieron resistencia, huyeron despavoridos a los bosques y regiones frígidas, guareciéndose en las cuevas; algunos murieron de hambre, otros por no correr idéntica suerte acabaron por sujetarse a la autoridad del Inca.

Posesionado el Inca de los huancapampas, ordenó a sus ingenieros la apertura de canales, la enseñanza de la agricultura; se preocupó de vestirles con trajes de algodón y lana, pues que vivían desnudos en su mayor parte. Implantó el culto al Sol, mandando levantar un templo para el Sol y casa de escogidas (Vírgenes del Sol), Asimismo, debió edificar un palacio para él, sus capitanes y para sus consejeros, porque era costumbre de estos señores no habitar por mucho tiempo en casa de sus vasallos.

En Jicate, en medio de una extensión plana de tierras, existen actualmente unos cimientos de piedras que debieron servir de base a un palacio de forma rectangular construido de adobe. Y en "Vado Grande", 2 km, más arriba, existen todavía, dos compartimentos espaciosos de adobe, divididos por un gran postigo, cuyas paredes tienen 3 metros, más o menos, de altura y su área es la que tiene nuestra Plazuela Merino. Los muros de piedra pequeña, magníficamente tallada, sobre la ribera derecha de una quebrada, tienen una altura dé 1.30 mts., aproximadamente; de superficie externa liza, que afecta diferentes formas geométricas, dominando la cúbica. Sobre la derecha de los compartimentos, se levanta un cerro poco rocoso.

El palacio del Inca, debió ser el de Jicate y el Templo del Sol y casa para las escogidas o esposas del Sol, el de Vado Grande, porque tratándose de la construcción de Vado Grande, así nos inducen a pensar sus escalinatas, que son. También, de sillares de piedra tallada, delante de las cuales hay una área de tierras que debió servir de escenario a la festividad del Intiraymi.

El origen incásico de estos edificios se deduce por las características de los cimientos y por el adobe grande que emplearon en las paredes, adobes unidos con una argamasa gruesa. Guarda similitud esta técnica arquitectónica con, la del Templo al Sol que los Incas levantaron en Pachacámac.

La mayor parte del templo de Vado Grande, ha sido destruida por la ambición del cultivo, y sería muy sensible que destruyeran las habitaciones que aún quedan, peligro que deben despejar los funcio¬narios encargados de la conservación de estas reliquias históricas.

Dotó también el Inca a los huancapampas, de sacerdotes y personas versadas en el conocimiento de las leyes y costumbres imperiales. Les prohibió comer carne humana, amenazándolos con la pérdida de la vida y destrucción total.

Para facilitar está portentosa obra de adoctrinamiento y el desarrollo de un buen gobierno, el Inca se esforzó por aglutinar en pueblos a sus flamantes súbditos, porque vio que estas gentes se encontraban muy diseminadas. A esta época remontaríamos el origen de los actuales Distritos: Canchaque, Huarmaca y Sondor, así como el de algunas aldeas campesinas que aun existen, como Cachsa-koto y Pariamarka, entre otras, cuya traducción hemos creído conveniente hacer, para una mayor ilustración.

CANCHAQUE.- el distrito más visitado y admitido por quienes aman el paisaje, el clima y el agua golpeada de las vertientes, para algunos entendidos en quechua, fue el lugar donde llegaba el chasqui. Para mí, un profano en esta materia, tendría distinta significación: Kancha, se traduce por patio, lugar o espacio, cercado, ámbito para deportes o espectáculos, redondel de coliseo, muralla, corral sagrado o para ganado; y chaqui: pie. A primera vista, hoy, el floreciente distrito se ofrece al observador como una espaciosa ensenada enverdecida por un bosque de naranja y cafetal, cercado en su altura izquierda y por la cabecera de cerros, en tal forma, que parecen haber sido dispuestas por la mano prodigiosa de un artífice. En el pie por donde se penetra al pueblo, la carretera, incrustada en la roca, y una quebrada, se estrechan entre dos elevados peñones lindantes con el fundo "La Afiladera". A esta configuración sui-géneris, debería, en mi opinión, su nombre, este pueblo de belleza sin par.

HUARMACA.- de cercano parecido a Canchaque, y colindante con éste, significaría, para unos: zona de servidumbre. Haruma dicen, es servidumbre, y ka: zona. Mas, según Diego González Holguín, Huarma: es muchacho y huarmi: mujer chica o grande, o manceba. Para F. Domingo de Santo Tomás, Guarma o Guamara, es mozo o moza de pequeña edad. Traducción semejante, la ha dado Jorge A. Lira. Warma, vendría a ser: púber, adolescente, dé edad que oscila entre los 15 a 25 años.

Y en cuanto a caca: sierra; o bien ccacca: peñolería. Se me ocurre, por esto, que en alguna lucha librada por los moradores de esta zona con otra tribu a la que favoreció la suerte, ésta, después de aniquilar a los adultos, les arrebató a sus mujeres e hijas mayores, quedando solamente los niños adolescentes.
SONDOR
.- ¿deriva de Suntur? El padre Bernabé Cobo, afirma que Sinchi Roca inventó el Suntur paucar, (de plumería de colores). Cuando a los jóvenes armaban de caballeros, ofrecían sacrificios a Viracocha, los que iban precedidos por el Suntur Paucar, que significa: Cetro de mando. Me inclino a creer, más bien, que Sóndor, proviene de SONDOR PAUCA. Este célebre cronista, ha relatado la fiesta del ITU ("Ceremonia invocatoria al sol, para conjurar los males", según J. A. Lira). En esta fiesta, a continuación del ayuno, solían sacrificar "carneros" de determinados colores de acuerdo a las finalidades que pretendían lograr con la fiesta, y, a veces, niños: después, los que participaban en la ceremonia, se vestían con trajes propios para esta fiesta y lucían collares de conchas, en las manos llevaban una bolsa pequeña, a la que llamaban Sondorpauca. Quizá fue en Sóndor, donde por primera vez se implantó esta fiesta distinguiéndose sus moradores por la vistosidad, de estas bolsas.

CACHSAKOTO: de Cachas: espina o campos de espinas; y Koto pequeña colina o morro donde hay una aldea, caserío o villa que forma parte de una ciudad. Por consiguiente, Cachsacoto puede significar un caserío integrante de una ciudad, en una porción de tierra cubierta de espinas.

Y, finalmente, Pariamarca: Población moderna sobre ruinas antiguas.
Los huancapampas se asimilaron, con asombro del Inca, a sus sabias enseñanzas.
Garcilaso Inca de la Vega, apunta: "cultivaron la provincia de manera que fue una de las mejores que hubo en el Perú"; que "en breve tiempo fueron muy políticos", y que ésta provincia "fue una de las mejores que hubo en el Imperio de los incas". Valiosísimos juicios que rebasan de orgullo el corazón de los que hemos nacido en esta hermosa tierra, de panorama que no tiene paradigma en el país, donde aún florecen laboriosas comunidades indígenas.

IV
Alentado por los resultados positivos de esta fecunda obra civilizadora, este Inca generoso y severo, que castigaba con pena de muerte a los mentirosos, se dirigió con su ejército hacia los extensos dominios de los AYAHUACAS, colindantes con el reino de los quitus.

Aya: significa cadáver y huaca: ídolos, figurillas de hombres y animales que llevaban consigo; o, también (Gvaca templo de ídolos o el propio ídolo; y, asimismo Waka: dios familiar ó doméstico o e! idolillo que lo personifica; Osario donde se encuentran tesoros con penates y utensilios, De modo que los ayahuacas eran tribus muy afectas a llevar con sigo pequeños ídolos que encarnaban a sus dioses y que gustaban de enterrar en el sepulcro de sus muertos, en gracia a que sus ídolos los preservaban en vida de los males naturales y sobrenaturales que ellos temían.

Fiel a la costumbre de sus ilustres antecesores, nuestro Inca, en plena marcha envió algunos emisarios a requerir a los ayahuacas a fin de que se rindieran pacíficamente, evitando las consecuencias de un violento encuentro cruentoso y su secuela de peripecias: pérdida de cosechas, hambruna, etc. Empero, tan gentil proposición fue rechazada airadamente por los jefes de estas tribus y sus aliados, haciendo hincapié en que no necesitaban ningún beneficio de los que se les ofrecía, porque lo mejor que podían esperar de Túpac Yupanqui era que los dejara vivir en la libertad de que disfrutaban y que se regresara en paz, pues no querían someterse a sus designios.

Ante esta rotunda negativa, el ejército incaico no tuvo otra alternativa que acometerlos a sangre y fuego, sin ningún miramiento. Obstinada y valiente resistencia opusieron los ayahuacas y sus aliados parapetados en sus estratégicas fortalezas, dando lugar a que los guerreros del Inca pusieran en juego toda su estrategia y vitalizaran su incontenible impulso bélico. En esta lucha intensa sin tregua, el ejército real soportando considerables e insospechadas bajas que, al final, alcanzaron a 8 mil fue capturando con singular denuedo fortaleza tras fortaleza, replegándose los ayahuacas hacia elevados picachos, donde eran cercados, sin poder obtener abastecimientos, Tan dura lucha, fue prologándose, aumentando el éxito de las operaciones del ejército conquistador. En los centros poblados sólo quedaban las mujeres, los niños y los ancianos, expuestos a toda clase de angustias y sufrimientos. Sus cultivos se perdían con el abandono. Pero los empecinados ayahuacas preferían encontrar la muerte antes que perder su libertad. No obstante, al sentir progresivamente el ataque despiadado del ejército del Tawantinsuyu, veterano en contiendas de esta magnitud, y compulsando lo estéril de su porfiada resistencia, meditando en que otras naciones habían ganado provechosas ventajas sometiéndole pacíficamente al Imperio y a la voluntad del Inca, y como quiera que sus fuerzas iban debilitándose más y más, los capitanes de los ayahuacas resolvieron la anexión de la provincia al Imperio y acatar la voluntad, de su Rey. Algunos Soldados rebeldes, se negaron a seguir a sus capitanes y se amotinaron, pero, poco a poco, después, comprendiendo que si la lucha continuaba les sobrevendría la total destrucción, acabaron por rendirse.

El Inca recibió a los vencidos con mucha clemencia, habitual en él, deplorando que tan pertinaz resistencia hubiera causado miseria y desolación entre los infortunados ayahuacas. Y como un crecido número de ellos pereció en el fragor de la lid, mandó inmediatamente traer gente de otras provincias para que repoblasen esta provincia y las cultivaran sus tierras, que habían quedado en situación precaria.
Al mismo tiempo, dictó las providencias necesarias para el gobierno, extirpó sus idolatrías y estableció el culto al Sol.

Al término de esta acción, cuentan que el Inca se sintió sobremanera, mortificado, no tanto por los sinsabores que lo sobrecogieron, sino por las fatales consecuencias que sufrieron, los tenaces ayahuacas, con la disminución de su población y la postración, de su economía.

En seguida se retiró al Cusco constantemente solía decir que si en las provincias que existían más adelante de la de los ayahuacas, cundía el pernicioso ejemplo de su temeraria resistencia, se abstendría de llevar a cabo nuevas conquistas, hasta que sus habitantes demostraran un ánimo propicio para someterse voluntariamente al invencible Imperio.

Esta provincia, de Ayahuaca estaba compuesta, también, de diferentes naciones, pero tenían cierta organización política, sus habitantes estaban concentrados en pueblos y se habían construido sus propias fortalezas. Adoptaron la costumbre de reunirse periódicamente para tratar de asegurar el bienestar común y la integridad de su territorio. Y aunque no estaban supeditados a la autoridad estable de ningún Señor, sin embargo, por acuerdo general, designaban Gobernadores para los tiempos de paz y Capitanes para las emergencias de guerra, a todos los cuales tributaban rendida obediencia durante el ejercicio de los cargos conferidos espontáneamente por ellos.

V
La marcha de Huayna Cápac, por nuestros valles, será objeto de otro bosquejo. Con el presente, no me ha guiado otro anhelo, que contribuir á exaltar desde esta tierra yunca, una de las figuras más señeras de nuestra historia, que extendió sus dominios hasta territorios que forman parte de repúblicas hermanas.

Todavía ahora, miramos con asombro el movimiento de los conquistadores a través de nuestro territorio, pero olvidamos las proezas de Túpac Yupanqui, surcando el mar en sus ligeras balsas y abriéndose paso en la enmarañada selva de las provincias cuya conquista he tratado. Soñador indesmayable, consolidada la conquista de Huánuco, alistó otro poderoso ejército, retornando para avasallar la provincia Cañari (Ecuador), y después de propagar personalmente su religión y leyes, de embellecer Tumipampa (Cuenca), con templos, empleando piedras traídas del Cuzco, conforme ha narrado Cieza de León, regresa al Cuzco; de donde, tras una edificante tarea, regresa para ganar las provincias ubicadas entre Tumipampa y confines de Quito, propósito que cumple, dirigiéndose otra vez al Cuzco, volviendo nuevamente para realizar con 40 mil hombres la conquista del reino de Quito, llamando más tarde á su hijo Huayna Cápac y a 12 mil hombres de refuerzo. Dejó a su hijo en el gobierno, trasladándose definitivamente al Cusco, a la edad de 200 años, refiere Guamán Poma de Ayala, siendo evidente que murió muy anciano. Su cadáver embalsamado, fue visto por el Inca Garcilaso de la Vega.

Deslumbrado por la gloria de sus hazañas, no cesaré en mi empeño de que en Piura, muy en especial, en Huancabamba y Ayavaca, dos provincias andinas de un común destino, se honre la memoria del sabio Inca, figura prócer de la unificación de nuestros pueblos, en la medida que lo reclama su gloriosa estirpe.
En vida le llamaban Túpac Yaya (Padre que resplandece). Que su recuerdo resplandezca en nuestros corazones.

PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO
OCTUBRE DE 1958

DE TANGARARA AL CHILCAL - FUNDACIONES Y TRASLADOS DE LA CIUDAD DE SAN MIGUEL DE PIURA


POR: NÉSTOR S. MARTOS GARRIDO

Sin vacilar puede decirse que la historia de Piura es nebulosa. De los tallanes, primitivos habitantes de esta región, tan poco se sabe que el prestigioso historiador y arqueólogo Hans Horckheimer habla sin reticencia del "oscuro complejo tallan". De los tiempos hispánicos ni el Acta de Fundación de San Miguel nos queda siquiera y aún no se ha cerrado el debate acerca de la fecha exacta de la fundación. No se han conservado los libros del Cabildo colonial, como se conservan los de Lima, Trujillo y otras ciudades del Peru. Un libro, solamente, se libró del vandalismo araucano y ha sido publicado por Ricardo Vegas García. El archivo notarial, donde hay algo así como cincuenta mil expedientes, es una desdicha, por el punible abandono en que se encuentra. Siendo así, no existiendo fuentes, la historia de Piura tiene que ser -como se ha dicho- nebulosa.

TANGARARA
En Tangarará, hacienda de la margen derecha del Chira, en 1932 se colocó -ad libitum-un obelisco en el sitio donde alguien supuso que Pizarro había fundado San Miguel cuatrocientos años atrás. Pero de esa "ciudad" que nunca llegó a serlo, por su pobreza, nada cierto se sabe. Jerez cuenta que estando Pizarro en Cajamarca, al saber que Almagro había llegado a la costa, desde el norte, le escribió que se complacía de su arribo, pero que no se detuviese en San Miguel, para que "no lo pusiesen en necesidad" y que salieran luego de ese punto y fuesen más al Sur, donde los caciques "tienen mucha abundancia de mantenimientos".

Muy mal les iría a los fundadores que se quedaron en San Miguel y que no fueron ni muchos ni los más audaces -éstos se fueron con Pizarro a Cajamarca- cuando en 1534 ya estaban aposentados en el poblado indígena de Piura.

PIURA LA VIEJA
Desde entonces - ¿1534?- la ciudad deja de llamarse simplemente San Miguel y adopta el de San Miguel de Piura. Más tarde perdió el nombre español. Y se ha quedado con el indígena, como Lima, que abandonó el nombre de Ciudad de los Reyes para quedarse con el que ahora tiene. Sobre San Miguel de Piura, cuyas ruinas aún existen en la margen derecha del río, en su curso medio, y en la hacienda Monte de los Padres, poco se sabe, asimismo, pero siempre algo más que sobre el primitivo San Miguel de Tangarará. Cieza de León, soldado cronista del siglo XVI, detalladamente hace referencia a la ciudad. En su recorrido por todo el Perú, Cieza de León anduvo por San Miguel de Piura el año 1547. No es muy hermosa la ciudad que Cieza de León describe, pero cuida el cronista viajero de hacer resaltar su importancia, y así dice:

"Dos jornadas más adelante de Puechos, está el ancho y gran valle de Piura, a donde se juntan dos o tres ríos, que es causa que el valle sea tan ancho, en el cual está fundada y edificada la ciudad de San Miguel; y no embargante que esta ciudad se tenga en esta tiempo en poca estimación, por ser los repartimientos cortos y pobres, es justo se conozca que merece ser honrada y privilegiada, por haber sido principio de lo que se ha hecho y asiento que los fuertes españoles tomaron antes que por ellos fuese preso el señor Atabalípa. Al principio estuvo poblada en el asiento que llaman Tangarará, de donde se pasó por ser sitio enfermo, a donde los españoles vivían con algunas enfermedades, a donde ahora está fundada es entre dos valles llanos muy frescos y llenos de arboledas, junto a la población, más cerca del un valle que del otro, en un asiento áspero y seco que no puede aunque lo han procurado, llevar el agua a él con acequias, como se hace en otras partes, muchas de los llanos, es algo enferma, a lo que dicen los que en ella han vivido, especialmente de los ojos; lo cual creo causan los vientos y grandes polvos del verano y las muchas humidades del invierno…"

ESCUDO DE ARMAS
Cuando Cieza llegó a San Miguel de Piura y tan humilde la encontró diez años hacía que Carlos V la había honrado con el escudo de armas, tantas veces mal copiado. Y fue el mismo día que a la Ciudad de los Reyes y a Trujillo, se les concediera igual distinción entonces tan codiciada. Carlos V, se encontraba en Valladolid el 7 de diciembre de 1637, cuando expidió la cédula con dicho privilegio. Mientras que a Lima se le concedía un escudo con tres coronas sobre campo azur y con las iniciales J. K (Juana y Carlos), a San Miguel concediéndolas de ángel, una balanza, un castillo, todo sobre campo de azur y con las iniciales S. M.- (San Miguel).

DESCRIPCIÓN DE LA CIUDAD
Existe una más completa descripción de San Miguel que la que nos ofrece Cieza de León, de la cual no se ha hecho mención anteriormente. Se trata de una relación histórico-geográfica y estadística, originada por real Orden de Felipe II, en la que sé absuelve un cuestionario detallando acerca de las diversas ciudades del Perú así tituladas:

1) Descripción de la ciudad de San Miguel de Piura.
2) Descripción de la tierra del Corregimiento de Abancay, de que es corregidor Niculoso de Fornee.
3) Breve relación de la ciudad de Trujillo y de las villas de Miraflores, la Parrilla, Arnedo y Cañete.
4) Descripción de la ciudad de La Plata, Cuzco, Huamanga y otros pueblos del Perú

Aunque no inéditas, estas descripciones son desconocidas, excepto para los eruditos. Fueron escritas en las últimas décadas del siglo XVI (1577-1600) y la que a San Miguel de. Piura se refiere consta de 194 ítemes numerados, respondiendo a igual número de preguntas, cuyo texto no ha llegado a nosotros. Textualmente, el ítem inicial dice así:

"1.La dicha ciudad de Sant Miguel es la primera que se pobló en los reinos del Pirú. Poblóla el marqués don Francisco Pizarro, año de 32 y en sustento de ella dejó parte de la gente que llevaba, y con los demás pasó adelante hasta Caxamalca, donde prendió a Tabalio (sic, por Atabálipa o Atahuallpa)".

Existe en la Academia de Historia un original o copia de esta descripción. Horacio H. Urteaga dice que se encuentra bien conservada y que consta de trece folios útiles, Lleva por título "ciudad de Sant Miguel de Piura" y después de otras letras en el blanco superior de la primera página: No. 204. Pirú – Céspedes - San Miguel de Piura. Primera población del Piru".

He aquí algunos de los ítemes más importantes de tan importante documento.

"3- Está poblada en un valle que se dice Piura, que es su propio nombre y no tiene significación",
Esta afirmación, hecha en los primeros hispánicos, es un argumento de fuerza en contra de la arbitraria etimología que se ha querido, dar al nombre de Piura (pirhua), troje o granero, en quechua.

"4- Parte términos la dicha ciudad: por el Norte con la ciudad de Santiago de Guallaquil, por el Sur con la de Truxillo y por el Este con la ciudad de Loxa Valladolid y Jaén; y Norte y sur terná de jurisdicción sesenta leguas poco más o menos, y por el Este hasta treinta".

Entiéndase que se daba el, nombre de ciudad no sólo a la parte propiamente urbana y poblada sino a toda la tierra de la jurisdicción. Cuando se dice Roma, refiriéndose á la del Imperio Romano no se dice por la que fundara Rómulo según la leyenda, sino urbe et orbi, la ciudad y el mundo, porque todo el mundo conocido estaba bajo la jurisdicción de Roma.

"15. En Términos de la dicha ciudad hay dos puertos, el uno de Tumbes, que solía frecuentarse, pero ya por maravilla llega barco a él; y el otro el de Payta en el cual pocos navíos dejan de tomar puerto así de los que suben como los que bajan. Es muy buen puerto y grande a manera de abaya (sic, quizá por bahía) donde pueden surgir mil navíos y muy grandados, sin que puedan tener riesgo".

Confirmase así que Tumbes, por donde desembarcaron inicialmente los conquistadores, pronto perdió su importancia, mientras que surgió Paita, por donde bajaban a tierra los virreyes para seguir viaje por los llanos a la Ciudad de los Reyes, evitando la morosa travesía marítima obstaculizada por la corriente peruana de Humboldt.

"16, Tiene gran fondo el dicho, puerto, y entradas y salidas muy limpias, aunque el agua y leña es de acarreo por la mar en balsas, porque la población del dicho puerto está en un arenal seco, y por el trato y frecuentación están allí españoles poblados y naturales, que provee de todo lo necesario a los navíos que llegan".

Estos españoles que estaban radicados en el puerto, iban más tarde a aumentar en número con los que se vieron obligados a abandonar Piura, por las inclemencias del clima y principalmente por los "mosquitos". A este respecto la misma descripción dice:

"27.El valle donde está poblada la dicha ciudad y en los demás de sus términos, hay mosquitos que dan fastidio, y en algunas partes víboras y culebras. Hacen poco daño".

Añadiremos un extracto de determinadas partes:
La ciudad es muy cálida, por estar a 25 leguas del mar y no correr vientos marinos sino los calientes de los llanos. El sitio es enfermo. Los vientos de la sierra cuando soplan, son frescos y sanos. Pocas veces llueve. Los años lluviosos se tienen, por dañosos y enfermos. Muchos de los naturales hay faltos de vista y con nubes. También hay calenturas que no son contagiosas. Se curan con purgas y sangrías y con aguas compacionadas (sic) para los ojos. Las ovejas cuestan un peso y menos; las cabras medio peso; los puercos, cinco y las vacas seis. Sólo quedan dieciséis vecinos con repartimientos...

TRASLADO -A PAYTA
Posiblemente en 1578, los. Pobladores de San Miguel de Piura la abandonaron y se trasladaron la mayoría de ellos a Payta, otros a Catacaos y al valle del Chira. Se ha atribuido este segundo éxodo a las enfermedades (calenturas y mal de ojos).

Pero en Paita, los piuranos no pudieron permanecer mucho tiempo. Apenas 10 años. Cuando gobernaba al Perú Don Francisco de Toledo ya le pedían que trasladase la población a otro lugar, pues muy mal la pasaban en el puerto, principalmente por la falta de agua y leña, que había que conducirlas desde la desembocadura del Chira por medio de balsas, con gran dificultad y peligro. No había sembríos tampoco y por lo mismo las provisiones para los pobladores y el forraje para los caballos había que llevarlos también por mar desde el valle distante.

Pero no alcanzó o no quiso don Francisco de Toledo ordenar la traslación. Está probado, no obstante, que consultó sobre ello al Rey de España. Tampoco autorizó el traslado, el sexto Virrey don Martín Enríquez de Almanza. Fue el sétimo Virrey, don Fernando Torres y Portugal, Conde de Villar don Pardo, el que sin solicitar la aquiescencia del Rey; movido por la necesidad y las múltiples súplicas de los piuranos-paiteños, ordenó la traslación al sitio donde hoy la ciudad se encuentra, denominado entonces Chilcal.

En la Audiencia de Lima, uno de los Oidores el Licenciado Marañon se opuso al traslado definitivo; pero el Virrey procedió y asumió la responsabilidad, quizá si porque alguna simpatía guardaba a los que en Paita moraban, ya que cuando vino de España y en Paita desembarcó, fue atacado por una enfermedad y los pobladores tuvieron ocasión de servirle y atenderlo con mucha solicitud (Don Fernando era delicado de salud y viejo cuando vino al Perú. Don Ricardo Palma afirma que se le llamaba "El Temblecón")

CARTA DEL VIRREY A SU MAJESTAD
Como la descripción de la ciudad de San Miguel citada más arriba, poco conocida es también la carta dirigida por el Virrey Torres y Portugal a Su Majestad el Rey, noticiándole de su decisión de trasladar la población al valle de Catacaos, que es donde se encuentra desde 1588. En dicha carta, cuyo original se conserva en el Archivo de Indias, se ve que lo que acabó por determinar al virrey para autorizar el traslado, fue el asalto que sufrió Paita de parte del pirata. Cavendish, respecto de lo cual, el Virrey textualmente dice: "...y después llegados los tres navíos de ingleses de el capitán Thomás Lanys (sic, por Tomás Cavendish) que el año pasado entraron en este mar del Sur al dicho puerto de Payta con la mucha flaqueza y poca resistencia de gente que en él hallaron, entraron a la ciudad y quemaron casi todas las casas que serían veinte y cinco o treinta, la mayor parte de cañas, pajicas y las otras de adobes..."

En el mismo documento —que habría que publicar íntegramente- Torres y Portugal, oscuro Virrey, pero inolvidable para Piura, comunica a Felipe II que ha procedido a enviar al Capitán Juan Cadalzo Salazar para que visitase los llanos y trasladase la ciudad" y la trazase y fundase "en el dicho valle (de Catacaos) donde los indios no recibiesen daño

LA FUNDACIÓN DEFINITIVA
De cómo cumplió su misión Cadalzo y Salazar hay mucho que decir, que no cabría dentro de este trabajo necesariamente condensado. Se apuntará solamente que la fundación oficial se efectuó, con toda la solemnidad exigida por las disposiciones de la Corona, el día 15 de agosto de 1588, día del Tránsito —por lo que el nombre oficial de la ciudad era San Miguel del Tránsito de Piura-  y que Cadalzo Salazar dictó ipso-facto las primeras ordenanzas que sirvieron para reglamentar la vida comunal de Piura.

Del acta de la fundación definitiva y de las ordenanzas de que acaba de hacerse mención también existen copias, cuyos textos  -lo mismo que los documentos anteriormente citados- son poco menos desconocidos, excepto para los historiógrafos, y habrá que procurar su publicación.

EL REY NO APROBÓ EL TRASLADO SIN SU PREVIO CONSENTIMIENTO

Para finalizar, un aporte novedoso, aunque de larga data no se ha dicho por ningún historiador de Piura que el Rey de España no aprobó que se hubiera hecho el traslado definitivo de la población de Paita al Chilcal, sin habérsele consultado previamente. No otra cosa significa la acotación puesta al margen del documento pertinente, con la rúbrica del Rey.

Nos referimos a una relación o resumen de la carta del Virrey Torres y Portugal ya mencionada, al margen de la cual el secretario anotaba lo que debía contestarse en nombre del Rey. Tales anotaciones marginales las rubricaba el propio soberano y servían de borrador para la respuesta. La acotación, puesta al margen de la noticia sobre el traslado de la ciudad -el original también se encuentra en el Archivo de Indias copiada textualmente, dice:

"Que es de creer que se habrá procedido como conviene, aunque sin dejar de ser de algún inconveniente  tanta mudanza (era la tercera mudanza) y el quedar aquel puerto (Paita) desamparado; pero por ser cosa que él (el Virrey) —como quien tiene la cosa presente-» la habrá mirado bien, y así se le remite (de remisión, perdón) todo, aunque sería bien que, para hacer una mudanza como esta de la ciudad, se diese primero cuenta a Su Majestad. (Una rúbrica)"

Llega a saberse por eso que el Virrey Torres Portugal obtuvo remisión o perdón por haber trasladado la ciudad de Piura al Chilcal de Tácala, sin haberlo previamente consultado y sin la anuencia previa del Rey.

Bibliografía

Horkhemier.- Vistas Arqueológicas del Noroeste del Perú.
Jerez.- Verdadera Relación de la Conquista del Perú.
Cieza de León.- La Crónica del Perú.
Ricardo Palma.- Tradiciones Peruanas.
Urteaga.- Colección de Libros y Documentos
Levillier.- Gobernantes del Perú

PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO
OCTUBRE DE 1958

martes, 13 de septiembre de 2011

LOS LINDEROS DE PIURA


Por CARLOS V. CHÁVEZ SÁNCHEZ

ABSOLUTAMENTE identificado con la reclamación insinuada por el Club Departamental de Piura e interpuesta por el Concejo Provincial, solicitando al Jefe del Estado, disponer que se enmiende el error en que se ha incurrido al modificar los límites entre los Departamentos de Piura y Lambayeque, con detrimento del primero, como aparece en la carta últimamente editada por el Instituto Geográfico Militar, me considero obligado, como un piurano más, a contribuir directamente al esclarecimiento y resolución de este problema, que jamás debió producirse, al que Piura nunca pensó verse enfrentado y que le afecta honda y seriamente..

El 13 de abril de 1946 fue promulgada la ley N9 10553, que declara (Art.1°) de necesidad nacional la dación de un Estatuto de Demarcación Territorial, así como la Redemarcación Territorial de la República; autorizando al Poder Ejecutivo (Art. 29) para designar "una Comisión que estará formada por miembros de la Sociedad Geográfica de Lima, y de otras entidades técnicas cuya capacidad en las diversas profesiones y actividades, sea ampliamente reconocida,para que haga un detenido
estudio del territorio nacional, en todos sus aspectos: geográfico, económico, administrativo, comercial, industrial, demográfico, militar, social, religioso, de comunicaciones y demás conexos y proponga un Estatuto de Demarcación Territorial de la República".

Tanto el proyecto de Estatuto como el anteproyecto relacionado con el plan de nueva demarcación deberán ser enviados al Parlamento (Art. 3) cuando más a los comienzos de la Legislatura Ordinaria de 1948".

De conformidad con esta ley, por Resolución Suprema de 24 de mayo del misino año —1946— fue nombrada la comisión encargada de formular los anteproyectos de Estatuto de Demarcación Territorial y de Redemarcación Territorial, de la República, "que deben ser sometidos a la consideración del Congreso Nacional, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley N? 10553", (Primera disposición resolutiva),

II

El 18 de Noviembre de 1947, "en cumplimiento con lo dispuesto" por la "Presidencia" de la Comisión del Estatuto y de Redemarcación Territorial, los miembros de la Asesoría Técnica: Teniente Coronel Absalón Jaymez Quezada, Capitán de Corbeta Víctor M. Arenas y Dibujante Cartógrafo Antonio Suárez B., se constituyeron en el Departamento de Lambayeque "con el fin de realizar, en el propio terreno un ensayo de demarcación territorial". (Punto 1° del Informe de la Asesoría Técnica, de fecha 21 de enero de 1948 y publicado en un folleto impreso por D. Miranda. Lima, 1947 (?).

Entre el 18 de noviembre y el 18 de diciembre de. 1947, los miembros de la citada Asesoría llevaron a cabo el ensayo que se habían propuesto; dejando al criterio de la Presidencia de la Comisión "das el justo valor que le merezca el trabajo realizado". (Punto 10° del informe).

Por Decreto Supremo de 14 de abril de 1948, y "Considerando: Que según el adjunto oficio s/n. de la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial, creada por Ley N° 10553, se ha realizado la labor de demarcación política de los distritos y provincias del Departamento de Lambayeque, como labor preliminar para los estudios de una futura redemarcación", se dispuso que la citada Comisión procediera a la colocación de hitos divisorios de los distritos y provincias del. Departamento de Lambayeque, de conformidad con los mapas y cartas geográficas levantadas" (Art. 1° del Decreto).

III

Hasta aquí, hasta el momento en que se autoriza a la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial, para la colocación de los hitos divisorios de los distritos y provincias del Departamento de Lambayeque, las deficiencias, los errores y cualquier extralimitación de la Asesoría Técnica no podían preocupar mayormente. Se trataba hasta entonces de un simple ensayo de demarcación, circunscrito a un soto aspecto: el geográfico, uno de los muchos contemplados para la delimitación territorial de la República por la Ley 10553. Era un experimento, y como tal, sujeto a todas las resultas del aprendizaje y de la probanza, del estudio, de la observación y de la enmienda. Además, la labor realizada en Lambayeque por la Asesoría Técnica, no podía tomarse efectivamente sino como una tentativa; puesto que su tarea habría de ser revisada y depurada, para hacerla suya, por la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial encargada de formular los proyectos ordenados por la ley.

Confirmando esta valuación, el Poder Ejecutivo, celoso de sus actos, al expedir el decreto de 14 de abril de 1948, precisó claramente su juicio, considerando como "labor preliminar para los estudios de una futura redemarcación", la realiza¬da en Lambayeque por la citada Asesoría. Siendo así, cualquier reparo a esa labor y su discusión vendrían después. Primero, en el seno de la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial, durante la estructura de los proyectos a su cargo, comprendiendo a toda la República y no sólo a uno de sus Departamentos; y, luego, mucho más tarde, en el Parlamento, cuando esos proyectos fueran puestos a debate. Por esto, confiando en este razonamiento lógico, Piura permaneció casi impasible cuando hace más de un año uno de sus autorizados voceros. -"El Tiempo"—, divulgó ese ensayo como un asomo de amenaza desmembradora. El frágil respaldo de la Asesoría sobre una "copia certificada" de tres documentos de particulares, discutibles e improcedentes para pretender modificar los límites entre Lambayeque y Piura, no era razón suficiente para alterar los ánimos; no constituía fundamento bastante para mayor reacción colectiva, inmediata y enérgica; ni debía servir de cimiento para una controversia prematura, cuyos resultados serían funestos para la armonía y fraternidad regionales, que no pueden ser rotas por el desacierto de una, dos o tres personas. Pensando y sintiendo de este modo, Piura guardó silencio ante la voz de alerta de "El Tiempo", y habría continuado en su prudente actitud, de no haber aparecido un nuevo Mapa del Perú -—el editado por el Instituto Geográfico Militar, institución oficial de la más alta responsabilidad-, en el que el ensayo demarcatorio de la Asesoría Técnica se da como válido, como legalmente refrendado. Y esto sí que ha conmovido a Piura; porque al experimento se le ha extendido patente de hecho resuelto; porque a la “ labor preliminar" se le ha tomado como labor definitiva y sancionada; y, sobre todo, porque la discusión a la que han sido llevados dos Departamentos vecinos y hermanos, peruanos los dos, substancialmente un solo todo por varias centurias, está sembrando ya la rivalidad, reflejada en la codicia que va aflorando en el uno y en la firme resolución del otro, de defender su propiedad original, fidedigna y legítima.

IV

No puede dejarse de abrigar la certidumbre de que la Asesoría Técnica fue comisionada exclusivamente, de acuerdo con los conocimientos dominantes de sus componentes» para realizar una prueba de demarcación, a la que, sensiblemente, no rodeó de las condiciones necesarias para su éxito, inclusive sin tiempo alguno para acopiar, estudiar y acrisolar todos los documentos indispensables y requeridos para una tarea de deslinde, no de tierras de pertenencia particular, sino de circunscripciones territoriales con una jerarquía política determinada, con una jurisdicción de gobierno y administrativa precisa y con un patrimonio vivo e inajenable de bienes espirituales, morales y materiales, amparados todos por la ley, la historia y la tradición. Un mundo de esta índole, grande o pequeño, no puede ser objeto de una nueva delimitación, ignorándose o lesionándose sus auténticos derechos.

La Asesoría Técnica, no encontrando ninguna ley ni decreto de creación del distrito de Olmos, limítrofe por el norte con el Departamento de Piura, ni ningún otro documento verídico eme en forma general o particular señale los linderos en¬tre ambos Departamentos, ha recurrido para fijarlos a una "copia certificada" (no el original) extendida el 27 de mayo de 1847 por el escribano Manuel Paredes, dando fe de tres providencias virreinales, expedidas, la primera, por Blasco Núñez de Vela, el 9 de mayo de 1544; la segunda, por Pedro de la Gasca, el 29 de abril, de 1550; y la tercera, por Francisco de Toledo, el 13 de abril de 1578; esta última "confirmatoria" de las dos anteriores y referentes las tres al mismo asunto: propiedad de las tierras comunitarias de los indios de Colán, Paita, Catacaos, Sechura y Olmos, Es decir, la Asesoría Técnica ha confundido completamente el encargo. En lugar de señalar los límites entre los Departamentos de Lambayeque y Piura apelando a las leyes vigentes, ha llevado a cabo un deslinde de tierras de dos Comunidades -la de Olmos y la de Sechura-, cuyo pleito, por otra parte, corresponde a los jueces comunes.

Con todo, preguntémosnos; ¿Son auténticas esas provisiones?
En el supuesto caso (imposible caso) de que lo fuera, ¿procede tomarlas en cuenta para la demarcación interdepartamental?

En cuanto a la primera pregunta, no interesa, por ahora, exponer los fundamentos, varios y elocuentes como son, para reputar de apócrifas, esas provisiones; y, respecto de la segunda, la impertinencia es más que manifiesta.

V
El problema creado, comprende dos aspectos: mejor dicho, la defensa suma dos acciones o estados distintos, que deben ser considerados y resueltos sucesivamente.
1°—Que se declare sin valor oficial y se retire de la circulación el mapa recientemente editado por el Instituto Geográfico Militar; y
2°—Que en su oportunidad se desestime, por improcedente, la "copia certificada" que ha ser¬vido a la Asesoría Técnica para su experimento de delimitación entre los Departamentos de Piura y Lambayeque.

Planteado así el problema, en sus verdaderos y justos términos, la demanda piurana debe circunscribirse por ahora, y perentoriamente, al primero; al referente a la nueva Carta de la República, que no ha debido publicarse porque en ella se han alterado los límites de Piura a base de unos documentos (algún nombre debe darse a los transcritos en la "copia certificada" puesta en juego), que no sólo son controvertibles, sino que aún teniéndolos por ciertos, serían inoperantes; y, además, porque ninguna ley ha autorizado esa modificación,

VI
En la Constitución de 1806 se encuentra la primera división completa del territorio del Perú independiente, comprendiendo entonces 7 Departamentos, uno de ellos el de La Libertad, con 10 provincias, inclusive las de Piura y Lambayeque.
La Constitución de 1856 en su Art. 98, establece que el Perú se dividía en Departamentos y Provincias Litorales; los Departamentos en Provincias y éstas en Distritos, cuya designación y sus respectivos límites serían objeto de una ley.

Las Constituciones siguientes, de 1860, 1867, 1919 y 1933, han mantenido la misma, división y el mismo precepto de que los límites de las diversas circunscripciones serán objeto de una ley, con excepción de la última, que no dice nada sobre ésta, pero que sí ratifica como atribución del Congreso, la de "hacer la demarcación y división del territorio nacional"» (Inc° 15 del Art. 123).

Con el propósito de llevar a cabo la demarcación territorial de la República, fue promulgada el 6 de diciembre de 1849 una ley, ordenando que los Prefectos organizaran expedientes reuniendo todos los datos y noticias conducentes a la mejor y más conveniente división de sus respectivos Departamentos, Provincias y Distritos, debiendo una Junta compuesta de cinco personas, que nombraría el Ejecutivo, formar el proyecto de demarcación, el que, previo estudio por el Consejo de Estado, sería enviado a la Legislatura Ordinaria de 1851, a fin de que con tales antecedentes, dictara la ley de demarcación general, que no llegó a expedirse.

Por Decreto Supremo de 23 de agosto de 1855, firmado por Ramón Castilla, se dispuso él levantamiento de la Carta Geográfica de la República y la topografía, de sus límites con Ecuador y Bolivia, debiendo nombrarse para el efecto a un ingeniero geógrafo y tres comisiones auxiliares, compuestas de cuatro miembros cada una. Este mandato tampoco tuvo cumplimiento.

Con fecha 28 de febrero de 1877 se expidió otro Decreto Supremo nombrando una Comisión, presidida por don Mariano Felipe Paz Soldán, encargada de presentar un proyecto de división territorial, comprendiendo los ramos político, judicial, y eclesiástico, y de hacer en la demarcación de la República las alteraciones que estimara convenientes. Aunque la Comisión llenó su cometido, el proyecto presentado no prosperó en lo menor.

Insistiéndose en el empeño, el 28 de diciembre de 1895 se dio una ley, de un solo artículo, mandando consignar en el Presupuesto General siguiente, la suma de S/. 6,000 para cubrir los gastos que demandara el trabajo de rectificar la. de¬marcación territorial de la República; y, por último, como antecedente inmediato de la ley 10553, se expidió la Resolución Suprema de 11 de febrero de 1924, encomendando a la Sociedad Geográfica de Lima el estudio y redacción de un proyecto de demarcación, que sería sometido al Parlamento Nacional para su sanción. Ni este proyecto ni aquel trabajo fueron realizados.

VII
Como se ha visto, no obstante de la reiteración dispositiva de una ley de demarcación del territorio nacional y de los acuerdos del Poder Ejecutivo para, lograrla, su dación no ha sido posible hasta hoy manteniéndose, por tanto, en lo que toca a los Departamentos, Provincias y Distrito di antigua formación los límites tradicionales, confirmados y estabilizados por las Leyes de 3 de setiembre de 1831 y la de Organización Interior de la República de 17 ele enero de 1857.

Según la primera: "Se declaran por límites de los Departamentos, Provincias, Distritos y Parroquias, los que en la actualidad tienen y se hallan mi quieta y pacífica posesión de hecho". (Art. 1° ).

La segunda preceptúa (Art, 2°): "Los límites de los Departamentos y Provincias Litorales son las que actualmente existen". (Piura era Provincia. Litoral desde el 30 de enero de 1887).

Tal la situación legal de los limites departamentales, provinciales y distritales del Perú reublicano.

VIII
Fue, indudablemente, teniendo en cuenta esa "quieta y pacífica posesión de hecho", garantizada por la Ley de 3 de setiembre de 1831 y revalidada por la de Organización Interior de la República, de 1857, que el Gobierno encomendó a don Mariano Felipe Paz Soldán, en 1860, la formación del primer Mapa General del Perú.

Paz Soldán, notable hombre de estudio y de gran faina, no sólo por sus vastísimos conocimien¬tos de la realidad, peruana, sino también por sus excepcionales trabajos histórico-geográficos, confeccionó el citado mapa, utilizando el que había preparado en 1845, estando en Trujillo, basado, a su vez -dice Paz Soldán-"en el mapa formado por Malespina, que existió en el archivo del Virreinato de Lima y de donde pudo copiarlo mi amigo el Sargento Mayor de ingenieros d on Gregorio de la Rosa".

Dos años después, en 1862, Paz Soldán fue comisionado por el Gobierno para hacer imprimir en Europa, bajo su dirección, el primer Mapa General de la República que fue editado en París, por Delamare, y que lleva al pie una leyenda que comienza diciendo: "Mapa del Perú mandado hacer por orden del Libertador Gran Mariscal Presidente Constitucional Ramón Castilla, por Mariano Felipe Paz Soldán ...”.

En este primer Mapa General quedó dibujada y oficializada, desde 1862, la demarcación interna del país, dentro de la cual ya figura con sus límites actuales el Departamento de Piura, erigido como tal por Ley de 30 de marzo de 1861, trece años antes de la creación del Departamento de Lambayeque.

Y ese Mapa.....-carta suspendida en todos los ho¬gares, colegios y cuarteles del Perú, existente en todos los palacios y despachos de la administración pública, inserta en todos los textos de Historia y Geografía, divulgada durante más de noventa años por periódicos, revistas, folletos y demás impresos nacionales y extranjeros; carta sobre cuya superficie plana se posaron mil veces los ojos de nuestros padres y ante la misma que se abrieron los nuestros, curiosos e indagadores, aprisionando la fisonomía de la tierra nativa del Perú entero-—, es el misino mapa que ha servido de patrón para todas las cartas nacionales publicadas después, como entre las más recientes: la de la Sociedad Geográfica de Lima, en 1912, delineada por su cartógrafo Camilo Vallejo Z., y la levantada por el Servicio Geográfico del Ejército en 1926 y reimpresa por el mismo Servicio en 1939.

IX
Ahora bien; si dejando a un lado las leyes de la República, la Asesoría Técnica hubiera deseado hurgar en el pasado para conocer los antiguos y verdaderos límites entre los Departamentos de Lambayeque y Piura, debió haber acudido a una de las fuentes más frescas y saneadas de la Colonia: a las descripciones territoriales del Cosmógrafo Mayor del Virreinato del Perú y Catedrático de Prima de Matemáticas de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, don Cosme Bueno; descripciones reeditadas en 1951 por Daniel Valcárcel, bajo el título de "Geografía del Perú Virreinal" (Siglo XVIII).

Las descripciones del notable cosmógrafo español —dice el editor-- "se inician según Mendíburu, gracias a una orden, dada por el Virrey Marqués de Villagarcía, quien le encomendó hacer parciales descripciones de las provincias, las que se incluirían en el Conocimiento de los Tiempos... Los trabajos fueron apareciendo según el orden que sigue: 1) 1764, la Introducción y la descripción de las provincias pertenecientes al Arzobispado de Lima, 2) 1765), la descripción de las provincias del Obispado de Arequipa, 3) 1766, las del Obispado de Trujillo, 4) 1707..."

"La descripción geográfica de Cosme Bueno -prosigue el editor- nos pone en contacto con la tradicional división en Corregimientos, también llamados provincias... De esta manera nótase cómo la obra de Cosme Bueno al coincidir con un momento de transición y reformas en el Virreinato del Perú, sirve de punto de partida tanto para reconstruir la realidad geográfica tradicional cuanto para conocer los alcances de las importantes reformas acaecidas en el Perú durante la segunda mitad del siglo XVIII, reformas que subsistirían basta el momento de la Emancipación".

En su reseña de las provincias del Obispado de Trujillo, Bueno apunta: comprende 10 provincias: la de su nombre, Saña, Piura, Jaén, Luyay, Chillaos, Chachapoyas, Cajamarca, Conchucos, Pataz o Cajamarquilla y la de Santa Cruz de las Lamas.

Según Bueno los límites de la Provincia de Piura eran en la época de su descripción
(1766): por el Norte con la Provincia de Loja, por el Este con la de Jaén, ambas pertenecientes al Virreinato del Nuevo Reino de Granada, por el Sudeste con el Partido de los Huambos de la Provincia de Cajamarca; por el Oeste con el Mar del Sur; por el Noroeste con la ensenada de Guayaquil; y por el Sur con la Provincia de Saña, (hoy Lambayeque).

La Provincia de Piura tenía entonces una extensión de 66 leguas de norte a sur, incluyendo el despoblado de Sechura, y 14 leguas de ancho; y comprendía doce curatos que Bueno enumera así:

III es el del pueblo de Sechura. El IV es el del puexos el asiento de la Punta, el de Morropón y el de Suipirá. El II es el del pueblo de Catacaos. El III es el pueblo de Sechura, El IV es el del pueblo de Paita, en donde hay una capilla de Nuestra Señora de la Merced. Tiene dos anexos, que son: el pueblo de Colán y el asiento de la Chira. El V es el del pueblo de Tumbes con un anexo nombrado Amotape que está en 4°52' de latitud. El VI es el del pueblo de Olmos, El VII es el del pueblo de Motupe. El VIII es el del pueblo de Salas con dos anexos que son: los pueblos de Penachí y Cañares. El IX es el del pueblo de Huarmacas. El X es el del pueblo de Huancabamba. Tiene por anexos el pueblo de Sóndor y el asiento de Chalacos. El XI es el del pueblo de Ayabaca, con un anexo nombrado Chocan. El XII es el del pueblo de Frías. Tiene tres anexos que son: Sondorillo, Pacaipampa y Cumbitos.

De haberse acogido a las descripciones de Cosme Bueno, la Asesoría Técnica habría actuado mejor: tendría en su apoyo, cuando menos," noticias, informes y documentos afianzados en la tradición y válidos durante los años postreros del gobierno virreinal. Pero como tampoco esto habría estado bien, porque Piura no puede pretender readquirir la extensión que alcanzó en los últimos tiempos coloniales, la Asesoría Técnica ha debido ajustar su labor de demarcación geográfica a las disposiciones legales de la República y consultar, por supuesto, la bibliografía, correspondiente.

X
Puesto de relieve, al través de lo expuesto, el error de la Asesoría Técnica, materializado en el Mapa últimamente editado por el Instituto Geográfico Militar, es de aguardar que el reclamo de Piura, solicitando que dicho mapa sea declarado sin valor oficial y retirado de la circulación, obtenga justa e inmediata atención, teniendo en cuenta.

1°- Que la delimitación exclusivamente geográfica verificada, con alteración de los confines entre los Departamentos de Lambayeque y Piura, no responde ni a la letra ni al espíritu de la ley 10553, que tiene por finalidad la dación de un Estatuto de Demarcación Territorial, basado en un estudio detenido e integral del país, en todos sus aspectos: geográfico, económico, administrativo, comercial, industrial, demográfico, militar, social, religioso, de comunicaciones y demás conexos, al. mismo que debe amoldarse el plan de nueva demarcación.

2°—Que la Asesoría Técnica demarcadora ha realizado su labor, ateniéndose a documentos que no sólo no concurren al propósito perseguido, por referirse a derechos privados, sino que, además, son apócrifos.

3°—Que interpretando fielmente los alcances de la ley N° 10553, no es posible sancionar la demarcación de un solo Departamento, máxime cuando todavía no se han elaborado el proyecto de Estatuto ni el anteproyecto de nueva demarcación general de la República, los que deben ser sometidos a la consideración del Poder Legislativo'.

4° Que es atribución exclusiva del Parlamento hacer la demarcación y división del territorio nacional.
Lima, 23 de Setiembre de 1953

(PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO-OCTUBRE DE 1958)