domingo, 9 de octubre de 2011

EL INCA TUPAC YUPANQUI Y LA INCORPORACION DE HUANCABAMBA Y AYABACA AL IMPERIO DEL TAHUANTINSUYO



POR: ALFONSO VÁSQUEZ ARRIETA

Entre nosotros (los piuranos), no se ha estudiado el origen y desenvolvimiento de nuestras culturas prehispánicas. No ha surgido, todavía, del seno de nuestra tierra, el arqueólogo, el lingüista, él historiador que nos revele la grande de nuestro pasado. Los notables investigadores del antiguo Perú, extranjeros y nacionales, no se han consagrado al estudio de las culturas de la costa y sierra piuranas.

Actualmente, superviven todavía a la acción destructora del tiempo y de la acción de los hombres, numerosas huacas en los valles del río Piura y del Chira, las cuales vienen siendo destruidas progresivamente por el tractor en el afán de ganar nuevas áreas de tierras para el cultivo del algodón y del arroz. Estas huacas, en el Medio Piura, asoman como pequeñas protuberancias en la superficie plana del terreno, siendo abundantes en las haciendas "Huápalás" y "Pabur". En el Alto Piura, el viajero acucioso descubre estas huacas o santuarios, a la vera de la carretera que conduce a la sierra, como elevados montículos, alcanzando hasta una altura de 10 metros, como se puede apreciar en la hacienda "Serrán", especialmente en el anexo llamado "Las Huacas", en atención a la gran cantidad de huacas existentes, la mayor parte inexploradas. En el valle de Catacaos, aún subsisten vestigios de remotas poblaciones.

En la Sierra, en la Provincia de Huacabamba, existen ruinas de pretéritas poblaciones, corno las de piedra que se encuentran en "Chulucanitas" (Distrito de Huancabamba), Huarmaca y cerro "El Buitre" (Canchaque); vestigios de dos templos o palacios en "Jicate" (Distrito de Huancabamba), etc. En la Provincia de Ayabaca, también existen ruinas de una ciudad de piedra en "Aypate" (Distrito de Ayabaca).
Ahondando en el estudio de la alfarería piurana, tanto de la costa como de la sierra, pues hay valiosas muestras en colecciones particulares, principalmente; interpretando la toponimia, preferentemente la de los lugares de la sierra, podríamos tener una idea aproximada de lo que fueron nuestras primitivas civilizaciones.

II
En este terreno, tiene para nosotros los piuranos una significación de gran trascendencia el paso del rey Túpac Inca Yupanqui por las provincias de Huancapampa y Ayahuaca y, asimismo, las conquistas posteriores de los valles de Sullana y Tumbes por otro emperador del Tahuantinsuyo: Huayna Capac.

Túpac Yupanqui, el hijo de Inca Yupanqui, fue el undécimo Inca. Guamán Poma de Ayala y el padre Bernabé Cobo, sostienen que fue el décimo. Y Garcilaso Inca de la Vega, afirma lo primero, en lo que están de acuerdo nuestros historiadores. Este Inca, partió de Cajamarca, procedente del Cusco, con 40 mil guerreros, con el fin de conquistar la nación Chachapuya, de gran renombre en esa época, densamente poblada, habiéndose calculado su población en una cantidad no menor de 40 mil habitantes. Esta tierra de hombres fuertes, conforme se desprende de su etimología, y de mujeres muy hermosas, fue ganada al imperio incásico, por la tenacidad desplegada por las tropas del Inca, ante la resistencia de sus moradores, que no acataron el llamado que se les hizo para un sometimiento pacífico pues deseaban conservar su libertad, prefiriendo antes la muerte. El ejército del Inca, apoderándose de inexpugnables fortalezas, soportando los rigores de inclementes nevadas, venció a los irascibles y valientes chachas, mandando después, una parte de su ejército, a reducir la provincia de Muyuipampa (Moyobamba),cuyos habitantes, conociendo lo estéril de la resistencia de los chachapuyas, se rindieron fácilmente.

III
Logrado este último, objetivo, Túpac Yupanqui, con el advenimiento del verano y ya repuesto su ejército de las cruentas contingencias de la lucha anterior, se encaminó a la provincia de Huancapampa, familiarizado con montañosos caminos, recorriendo posiblemente la misma ruta que hoy recorren quienes a lomo de mula unen estas dos regiones. Para esta nueva empresa, presidió un ejército de igual proporción numérica a la del que invadió las provincias antecitadas.

Huancapampa, resulta de la composición huanca y pampa. Huanca o Wanka, significa: peñón; y pampa, suelo llano, extensa superficie de tierras cubiertas de pasto. Y es que Huancabamba es una zona demarcada por una cordillera surcada por numerosos y escarpados peñones que abrigan zonas extensas de llanura de variados climas.

El Inca quedó deslumbrado ante la extensión de mi provincia y su población de gran volumen, pero de diferentes razas y lenguas» No existía unidad política, económica ni religiosa entre los huancapampas. Reinaba entre sus "naciones” una división completa; vivían en constante agresiones internas, mas no porque un señor quisiera imponer su autoridad a la de otros, ni por arrebatarles sus "haciendas", ya que estas no existían, sino, probablemente, por imponer la bondad de sus creencias religiosas, porque eran muy pródigos en sus idolatrías; unos adoraban animales, felinos preferentemente, otros aves, plantas ríos, lagunas, cerros, lo que no debe ruborizarnos por cuanto estos dioses fueron comunes a todos los pueblos que conquistaron los Incas.

Entre las aves, debieron adorar el "kuntur" y al halcon ("huamán"). Basta recordar que entre los chachas encontraron un pueblo "Kunturmarca", (la ciudad del cóndor), que veneraba al cóndor.

En esta época o con el advenimiento de la cultura incaica, barruntamos que, entre otras estrellas, veneraron a aquella que se conoció en plena vigencia del Imperio con la denominación de Machahuay o Macchakuay (culebra), porque entendían que ella propendía a la conservación de las culebras y serpientes, las mismas que les servían en ocasiones como armas y que las veneraban, además, para que no les hicieran daño. La supervivencia del apellido Machacuay, entre los actuales indígenas de la provincia, nos lleva a este convencimiento.

Entre los huancapampas, asimismo, presumo reinó el culto al dios Huari, pues cerca de la capital de la provincia existe la Comunidad de Indígenas, oficialmente reconocida: Huari-Kancha, vocablo que quiere decir: el templo de la vicuña o de un dios misterioso del viento o de las cordilleras, que llamaron, en otras latitudes: Huari.

Tengo la evidencia, aunque ningún cronista lo ha relatado, que alguna "nación" de los huancapampas. estuvo consagrada al culto de la divinidad Pariakaka. Divinidad, costeña que se presume perteneció al cuito de los "huallas" o yuncas de los valles de Lima, así como al de los "Huanchos" (de ascendencia aimara), tribus que impusieron este Dios en toda la zona andina de Lima. Esta evidencia, se corrobora con la existencia del cerro "Pariakaka" en las inmediaciones de la ciudad de Huancabamba. A esta divinidad y a fas otras que adoraron los huancapampas, debieron ofrendarles sacrificios humanos y de pacochas (llamas blancas). En Huancabamba existe un lugar denominado Jacocha corrupción, sin duda, de pacocha. Esta, práctica de los sacrificios se acredita además, con la existencia de morteros descubiertos en excavaciones realizadas en los alrededores de la ciudad de Huancabamba. En ellos se recibía la sangre proveniente de los sacrificios. Tengo un Maray de estos, de consistente piedra, que es una verdadera obra de arte.

Entre las constantes luchas que protagonizaban entre sí los huancapampas, los vencedores arrebataban, como premio, a las mujeres e hijas de los vencidos; y, los varones, se comían entre ellos.

Por esta situación, por la desorganización imperante en estas tribus, la conquista de los huancapampas se operó con mucha facilidad, no ofrecieron resistencia, huyeron despavoridos a los bosques y regiones frígidas, guareciéndose en las cuevas; algunos murieron de hambre, otros por no correr idéntica suerte acabaron por sujetarse a la autoridad del Inca.

Posesionado el Inca de los huancapampas, ordenó a sus ingenieros la apertura de canales, la enseñanza de la agricultura; se preocupó de vestirles con trajes de algodón y lana, pues que vivían desnudos en su mayor parte. Implantó el culto al Sol, mandando levantar un templo para el Sol y casa de escogidas (Vírgenes del Sol), Asimismo, debió edificar un palacio para él, sus capitanes y para sus consejeros, porque era costumbre de estos señores no habitar por mucho tiempo en casa de sus vasallos.

En Jicate, en medio de una extensión plana de tierras, existen actualmente unos cimientos de piedras que debieron servir de base a un palacio de forma rectangular construido de adobe. Y en "Vado Grande", 2 km, más arriba, existen todavía, dos compartimentos espaciosos de adobe, divididos por un gran postigo, cuyas paredes tienen 3 metros, más o menos, de altura y su área es la que tiene nuestra Plazuela Merino. Los muros de piedra pequeña, magníficamente tallada, sobre la ribera derecha de una quebrada, tienen una altura dé 1.30 mts., aproximadamente; de superficie externa liza, que afecta diferentes formas geométricas, dominando la cúbica. Sobre la derecha de los compartimentos, se levanta un cerro poco rocoso.

El palacio del Inca, debió ser el de Jicate y el Templo del Sol y casa para las escogidas o esposas del Sol, el de Vado Grande, porque tratándose de la construcción de Vado Grande, así nos inducen a pensar sus escalinatas, que son. También, de sillares de piedra tallada, delante de las cuales hay una área de tierras que debió servir de escenario a la festividad del Intiraymi.

El origen incásico de estos edificios se deduce por las características de los cimientos y por el adobe grande que emplearon en las paredes, adobes unidos con una argamasa gruesa. Guarda similitud esta técnica arquitectónica con, la del Templo al Sol que los Incas levantaron en Pachacámac.

La mayor parte del templo de Vado Grande, ha sido destruida por la ambición del cultivo, y sería muy sensible que destruyeran las habitaciones que aún quedan, peligro que deben despejar los funcio¬narios encargados de la conservación de estas reliquias históricas.

Dotó también el Inca a los huancapampas, de sacerdotes y personas versadas en el conocimiento de las leyes y costumbres imperiales. Les prohibió comer carne humana, amenazándolos con la pérdida de la vida y destrucción total.

Para facilitar está portentosa obra de adoctrinamiento y el desarrollo de un buen gobierno, el Inca se esforzó por aglutinar en pueblos a sus flamantes súbditos, porque vio que estas gentes se encontraban muy diseminadas. A esta época remontaríamos el origen de los actuales Distritos: Canchaque, Huarmaca y Sondor, así como el de algunas aldeas campesinas que aun existen, como Cachsa-koto y Pariamarka, entre otras, cuya traducción hemos creído conveniente hacer, para una mayor ilustración.

CANCHAQUE.- el distrito más visitado y admitido por quienes aman el paisaje, el clima y el agua golpeada de las vertientes, para algunos entendidos en quechua, fue el lugar donde llegaba el chasqui. Para mí, un profano en esta materia, tendría distinta significación: Kancha, se traduce por patio, lugar o espacio, cercado, ámbito para deportes o espectáculos, redondel de coliseo, muralla, corral sagrado o para ganado; y chaqui: pie. A primera vista, hoy, el floreciente distrito se ofrece al observador como una espaciosa ensenada enverdecida por un bosque de naranja y cafetal, cercado en su altura izquierda y por la cabecera de cerros, en tal forma, que parecen haber sido dispuestas por la mano prodigiosa de un artífice. En el pie por donde se penetra al pueblo, la carretera, incrustada en la roca, y una quebrada, se estrechan entre dos elevados peñones lindantes con el fundo "La Afiladera". A esta configuración sui-géneris, debería, en mi opinión, su nombre, este pueblo de belleza sin par.

HUARMACA.- de cercano parecido a Canchaque, y colindante con éste, significaría, para unos: zona de servidumbre. Haruma dicen, es servidumbre, y ka: zona. Mas, según Diego González Holguín, Huarma: es muchacho y huarmi: mujer chica o grande, o manceba. Para F. Domingo de Santo Tomás, Guarma o Guamara, es mozo o moza de pequeña edad. Traducción semejante, la ha dado Jorge A. Lira. Warma, vendría a ser: púber, adolescente, dé edad que oscila entre los 15 a 25 años.

Y en cuanto a caca: sierra; o bien ccacca: peñolería. Se me ocurre, por esto, que en alguna lucha librada por los moradores de esta zona con otra tribu a la que favoreció la suerte, ésta, después de aniquilar a los adultos, les arrebató a sus mujeres e hijas mayores, quedando solamente los niños adolescentes.
SONDOR
.- ¿deriva de Suntur? El padre Bernabé Cobo, afirma que Sinchi Roca inventó el Suntur paucar, (de plumería de colores). Cuando a los jóvenes armaban de caballeros, ofrecían sacrificios a Viracocha, los que iban precedidos por el Suntur Paucar, que significa: Cetro de mando. Me inclino a creer, más bien, que Sóndor, proviene de SONDOR PAUCA. Este célebre cronista, ha relatado la fiesta del ITU ("Ceremonia invocatoria al sol, para conjurar los males", según J. A. Lira). En esta fiesta, a continuación del ayuno, solían sacrificar "carneros" de determinados colores de acuerdo a las finalidades que pretendían lograr con la fiesta, y, a veces, niños: después, los que participaban en la ceremonia, se vestían con trajes propios para esta fiesta y lucían collares de conchas, en las manos llevaban una bolsa pequeña, a la que llamaban Sondorpauca. Quizá fue en Sóndor, donde por primera vez se implantó esta fiesta distinguiéndose sus moradores por la vistosidad, de estas bolsas.

CACHSAKOTO: de Cachas: espina o campos de espinas; y Koto pequeña colina o morro donde hay una aldea, caserío o villa que forma parte de una ciudad. Por consiguiente, Cachsacoto puede significar un caserío integrante de una ciudad, en una porción de tierra cubierta de espinas.

Y, finalmente, Pariamarca: Población moderna sobre ruinas antiguas.
Los huancapampas se asimilaron, con asombro del Inca, a sus sabias enseñanzas.
Garcilaso Inca de la Vega, apunta: "cultivaron la provincia de manera que fue una de las mejores que hubo en el Perú"; que "en breve tiempo fueron muy políticos", y que ésta provincia "fue una de las mejores que hubo en el Imperio de los incas". Valiosísimos juicios que rebasan de orgullo el corazón de los que hemos nacido en esta hermosa tierra, de panorama que no tiene paradigma en el país, donde aún florecen laboriosas comunidades indígenas.

IV
Alentado por los resultados positivos de esta fecunda obra civilizadora, este Inca generoso y severo, que castigaba con pena de muerte a los mentirosos, se dirigió con su ejército hacia los extensos dominios de los AYAHUACAS, colindantes con el reino de los quitus.

Aya: significa cadáver y huaca: ídolos, figurillas de hombres y animales que llevaban consigo; o, también (Gvaca templo de ídolos o el propio ídolo; y, asimismo Waka: dios familiar ó doméstico o e! idolillo que lo personifica; Osario donde se encuentran tesoros con penates y utensilios, De modo que los ayahuacas eran tribus muy afectas a llevar con sigo pequeños ídolos que encarnaban a sus dioses y que gustaban de enterrar en el sepulcro de sus muertos, en gracia a que sus ídolos los preservaban en vida de los males naturales y sobrenaturales que ellos temían.

Fiel a la costumbre de sus ilustres antecesores, nuestro Inca, en plena marcha envió algunos emisarios a requerir a los ayahuacas a fin de que se rindieran pacíficamente, evitando las consecuencias de un violento encuentro cruentoso y su secuela de peripecias: pérdida de cosechas, hambruna, etc. Empero, tan gentil proposición fue rechazada airadamente por los jefes de estas tribus y sus aliados, haciendo hincapié en que no necesitaban ningún beneficio de los que se les ofrecía, porque lo mejor que podían esperar de Túpac Yupanqui era que los dejara vivir en la libertad de que disfrutaban y que se regresara en paz, pues no querían someterse a sus designios.

Ante esta rotunda negativa, el ejército incaico no tuvo otra alternativa que acometerlos a sangre y fuego, sin ningún miramiento. Obstinada y valiente resistencia opusieron los ayahuacas y sus aliados parapetados en sus estratégicas fortalezas, dando lugar a que los guerreros del Inca pusieran en juego toda su estrategia y vitalizaran su incontenible impulso bélico. En esta lucha intensa sin tregua, el ejército real soportando considerables e insospechadas bajas que, al final, alcanzaron a 8 mil fue capturando con singular denuedo fortaleza tras fortaleza, replegándose los ayahuacas hacia elevados picachos, donde eran cercados, sin poder obtener abastecimientos, Tan dura lucha, fue prologándose, aumentando el éxito de las operaciones del ejército conquistador. En los centros poblados sólo quedaban las mujeres, los niños y los ancianos, expuestos a toda clase de angustias y sufrimientos. Sus cultivos se perdían con el abandono. Pero los empecinados ayahuacas preferían encontrar la muerte antes que perder su libertad. No obstante, al sentir progresivamente el ataque despiadado del ejército del Tawantinsuyu, veterano en contiendas de esta magnitud, y compulsando lo estéril de su porfiada resistencia, meditando en que otras naciones habían ganado provechosas ventajas sometiéndole pacíficamente al Imperio y a la voluntad del Inca, y como quiera que sus fuerzas iban debilitándose más y más, los capitanes de los ayahuacas resolvieron la anexión de la provincia al Imperio y acatar la voluntad, de su Rey. Algunos Soldados rebeldes, se negaron a seguir a sus capitanes y se amotinaron, pero, poco a poco, después, comprendiendo que si la lucha continuaba les sobrevendría la total destrucción, acabaron por rendirse.

El Inca recibió a los vencidos con mucha clemencia, habitual en él, deplorando que tan pertinaz resistencia hubiera causado miseria y desolación entre los infortunados ayahuacas. Y como un crecido número de ellos pereció en el fragor de la lid, mandó inmediatamente traer gente de otras provincias para que repoblasen esta provincia y las cultivaran sus tierras, que habían quedado en situación precaria.
Al mismo tiempo, dictó las providencias necesarias para el gobierno, extirpó sus idolatrías y estableció el culto al Sol.

Al término de esta acción, cuentan que el Inca se sintió sobremanera, mortificado, no tanto por los sinsabores que lo sobrecogieron, sino por las fatales consecuencias que sufrieron, los tenaces ayahuacas, con la disminución de su población y la postración, de su economía.

En seguida se retiró al Cusco constantemente solía decir que si en las provincias que existían más adelante de la de los ayahuacas, cundía el pernicioso ejemplo de su temeraria resistencia, se abstendría de llevar a cabo nuevas conquistas, hasta que sus habitantes demostraran un ánimo propicio para someterse voluntariamente al invencible Imperio.

Esta provincia, de Ayahuaca estaba compuesta, también, de diferentes naciones, pero tenían cierta organización política, sus habitantes estaban concentrados en pueblos y se habían construido sus propias fortalezas. Adoptaron la costumbre de reunirse periódicamente para tratar de asegurar el bienestar común y la integridad de su territorio. Y aunque no estaban supeditados a la autoridad estable de ningún Señor, sin embargo, por acuerdo general, designaban Gobernadores para los tiempos de paz y Capitanes para las emergencias de guerra, a todos los cuales tributaban rendida obediencia durante el ejercicio de los cargos conferidos espontáneamente por ellos.

V
La marcha de Huayna Cápac, por nuestros valles, será objeto de otro bosquejo. Con el presente, no me ha guiado otro anhelo, que contribuir á exaltar desde esta tierra yunca, una de las figuras más señeras de nuestra historia, que extendió sus dominios hasta territorios que forman parte de repúblicas hermanas.

Todavía ahora, miramos con asombro el movimiento de los conquistadores a través de nuestro territorio, pero olvidamos las proezas de Túpac Yupanqui, surcando el mar en sus ligeras balsas y abriéndose paso en la enmarañada selva de las provincias cuya conquista he tratado. Soñador indesmayable, consolidada la conquista de Huánuco, alistó otro poderoso ejército, retornando para avasallar la provincia Cañari (Ecuador), y después de propagar personalmente su religión y leyes, de embellecer Tumipampa (Cuenca), con templos, empleando piedras traídas del Cuzco, conforme ha narrado Cieza de León, regresa al Cuzco; de donde, tras una edificante tarea, regresa para ganar las provincias ubicadas entre Tumipampa y confines de Quito, propósito que cumple, dirigiéndose otra vez al Cuzco, volviendo nuevamente para realizar con 40 mil hombres la conquista del reino de Quito, llamando más tarde á su hijo Huayna Cápac y a 12 mil hombres de refuerzo. Dejó a su hijo en el gobierno, trasladándose definitivamente al Cusco, a la edad de 200 años, refiere Guamán Poma de Ayala, siendo evidente que murió muy anciano. Su cadáver embalsamado, fue visto por el Inca Garcilaso de la Vega.

Deslumbrado por la gloria de sus hazañas, no cesaré en mi empeño de que en Piura, muy en especial, en Huancabamba y Ayavaca, dos provincias andinas de un común destino, se honre la memoria del sabio Inca, figura prócer de la unificación de nuestros pueblos, en la medida que lo reclama su gloriosa estirpe.
En vida le llamaban Túpac Yaya (Padre que resplandece). Que su recuerdo resplandezca en nuestros corazones.

PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO
OCTUBRE DE 1958

DE TANGARARA AL CHILCAL - FUNDACIONES Y TRASLADOS DE LA CIUDAD DE SAN MIGUEL DE PIURA


POR: NÉSTOR S. MARTOS GARRIDO

Sin vacilar puede decirse que la historia de Piura es nebulosa. De los tallanes, primitivos habitantes de esta región, tan poco se sabe que el prestigioso historiador y arqueólogo Hans Horckheimer habla sin reticencia del "oscuro complejo tallan". De los tiempos hispánicos ni el Acta de Fundación de San Miguel nos queda siquiera y aún no se ha cerrado el debate acerca de la fecha exacta de la fundación. No se han conservado los libros del Cabildo colonial, como se conservan los de Lima, Trujillo y otras ciudades del Peru. Un libro, solamente, se libró del vandalismo araucano y ha sido publicado por Ricardo Vegas García. El archivo notarial, donde hay algo así como cincuenta mil expedientes, es una desdicha, por el punible abandono en que se encuentra. Siendo así, no existiendo fuentes, la historia de Piura tiene que ser -como se ha dicho- nebulosa.

TANGARARA
En Tangarará, hacienda de la margen derecha del Chira, en 1932 se colocó -ad libitum-un obelisco en el sitio donde alguien supuso que Pizarro había fundado San Miguel cuatrocientos años atrás. Pero de esa "ciudad" que nunca llegó a serlo, por su pobreza, nada cierto se sabe. Jerez cuenta que estando Pizarro en Cajamarca, al saber que Almagro había llegado a la costa, desde el norte, le escribió que se complacía de su arribo, pero que no se detuviese en San Miguel, para que "no lo pusiesen en necesidad" y que salieran luego de ese punto y fuesen más al Sur, donde los caciques "tienen mucha abundancia de mantenimientos".

Muy mal les iría a los fundadores que se quedaron en San Miguel y que no fueron ni muchos ni los más audaces -éstos se fueron con Pizarro a Cajamarca- cuando en 1534 ya estaban aposentados en el poblado indígena de Piura.

PIURA LA VIEJA
Desde entonces - ¿1534?- la ciudad deja de llamarse simplemente San Miguel y adopta el de San Miguel de Piura. Más tarde perdió el nombre español. Y se ha quedado con el indígena, como Lima, que abandonó el nombre de Ciudad de los Reyes para quedarse con el que ahora tiene. Sobre San Miguel de Piura, cuyas ruinas aún existen en la margen derecha del río, en su curso medio, y en la hacienda Monte de los Padres, poco se sabe, asimismo, pero siempre algo más que sobre el primitivo San Miguel de Tangarará. Cieza de León, soldado cronista del siglo XVI, detalladamente hace referencia a la ciudad. En su recorrido por todo el Perú, Cieza de León anduvo por San Miguel de Piura el año 1547. No es muy hermosa la ciudad que Cieza de León describe, pero cuida el cronista viajero de hacer resaltar su importancia, y así dice:

"Dos jornadas más adelante de Puechos, está el ancho y gran valle de Piura, a donde se juntan dos o tres ríos, que es causa que el valle sea tan ancho, en el cual está fundada y edificada la ciudad de San Miguel; y no embargante que esta ciudad se tenga en esta tiempo en poca estimación, por ser los repartimientos cortos y pobres, es justo se conozca que merece ser honrada y privilegiada, por haber sido principio de lo que se ha hecho y asiento que los fuertes españoles tomaron antes que por ellos fuese preso el señor Atabalípa. Al principio estuvo poblada en el asiento que llaman Tangarará, de donde se pasó por ser sitio enfermo, a donde los españoles vivían con algunas enfermedades, a donde ahora está fundada es entre dos valles llanos muy frescos y llenos de arboledas, junto a la población, más cerca del un valle que del otro, en un asiento áspero y seco que no puede aunque lo han procurado, llevar el agua a él con acequias, como se hace en otras partes, muchas de los llanos, es algo enferma, a lo que dicen los que en ella han vivido, especialmente de los ojos; lo cual creo causan los vientos y grandes polvos del verano y las muchas humidades del invierno…"

ESCUDO DE ARMAS
Cuando Cieza llegó a San Miguel de Piura y tan humilde la encontró diez años hacía que Carlos V la había honrado con el escudo de armas, tantas veces mal copiado. Y fue el mismo día que a la Ciudad de los Reyes y a Trujillo, se les concediera igual distinción entonces tan codiciada. Carlos V, se encontraba en Valladolid el 7 de diciembre de 1637, cuando expidió la cédula con dicho privilegio. Mientras que a Lima se le concedía un escudo con tres coronas sobre campo azur y con las iniciales J. K (Juana y Carlos), a San Miguel concediéndolas de ángel, una balanza, un castillo, todo sobre campo de azur y con las iniciales S. M.- (San Miguel).

DESCRIPCIÓN DE LA CIUDAD
Existe una más completa descripción de San Miguel que la que nos ofrece Cieza de León, de la cual no se ha hecho mención anteriormente. Se trata de una relación histórico-geográfica y estadística, originada por real Orden de Felipe II, en la que sé absuelve un cuestionario detallando acerca de las diversas ciudades del Perú así tituladas:

1) Descripción de la ciudad de San Miguel de Piura.
2) Descripción de la tierra del Corregimiento de Abancay, de que es corregidor Niculoso de Fornee.
3) Breve relación de la ciudad de Trujillo y de las villas de Miraflores, la Parrilla, Arnedo y Cañete.
4) Descripción de la ciudad de La Plata, Cuzco, Huamanga y otros pueblos del Perú

Aunque no inéditas, estas descripciones son desconocidas, excepto para los eruditos. Fueron escritas en las últimas décadas del siglo XVI (1577-1600) y la que a San Miguel de. Piura se refiere consta de 194 ítemes numerados, respondiendo a igual número de preguntas, cuyo texto no ha llegado a nosotros. Textualmente, el ítem inicial dice así:

"1.La dicha ciudad de Sant Miguel es la primera que se pobló en los reinos del Pirú. Poblóla el marqués don Francisco Pizarro, año de 32 y en sustento de ella dejó parte de la gente que llevaba, y con los demás pasó adelante hasta Caxamalca, donde prendió a Tabalio (sic, por Atabálipa o Atahuallpa)".

Existe en la Academia de Historia un original o copia de esta descripción. Horacio H. Urteaga dice que se encuentra bien conservada y que consta de trece folios útiles, Lleva por título "ciudad de Sant Miguel de Piura" y después de otras letras en el blanco superior de la primera página: No. 204. Pirú – Céspedes - San Miguel de Piura. Primera población del Piru".

He aquí algunos de los ítemes más importantes de tan importante documento.

"3- Está poblada en un valle que se dice Piura, que es su propio nombre y no tiene significación",
Esta afirmación, hecha en los primeros hispánicos, es un argumento de fuerza en contra de la arbitraria etimología que se ha querido, dar al nombre de Piura (pirhua), troje o granero, en quechua.

"4- Parte términos la dicha ciudad: por el Norte con la ciudad de Santiago de Guallaquil, por el Sur con la de Truxillo y por el Este con la ciudad de Loxa Valladolid y Jaén; y Norte y sur terná de jurisdicción sesenta leguas poco más o menos, y por el Este hasta treinta".

Entiéndase que se daba el, nombre de ciudad no sólo a la parte propiamente urbana y poblada sino a toda la tierra de la jurisdicción. Cuando se dice Roma, refiriéndose á la del Imperio Romano no se dice por la que fundara Rómulo según la leyenda, sino urbe et orbi, la ciudad y el mundo, porque todo el mundo conocido estaba bajo la jurisdicción de Roma.

"15. En Términos de la dicha ciudad hay dos puertos, el uno de Tumbes, que solía frecuentarse, pero ya por maravilla llega barco a él; y el otro el de Payta en el cual pocos navíos dejan de tomar puerto así de los que suben como los que bajan. Es muy buen puerto y grande a manera de abaya (sic, quizá por bahía) donde pueden surgir mil navíos y muy grandados, sin que puedan tener riesgo".

Confirmase así que Tumbes, por donde desembarcaron inicialmente los conquistadores, pronto perdió su importancia, mientras que surgió Paita, por donde bajaban a tierra los virreyes para seguir viaje por los llanos a la Ciudad de los Reyes, evitando la morosa travesía marítima obstaculizada por la corriente peruana de Humboldt.

"16, Tiene gran fondo el dicho, puerto, y entradas y salidas muy limpias, aunque el agua y leña es de acarreo por la mar en balsas, porque la población del dicho puerto está en un arenal seco, y por el trato y frecuentación están allí españoles poblados y naturales, que provee de todo lo necesario a los navíos que llegan".

Estos españoles que estaban radicados en el puerto, iban más tarde a aumentar en número con los que se vieron obligados a abandonar Piura, por las inclemencias del clima y principalmente por los "mosquitos". A este respecto la misma descripción dice:

"27.El valle donde está poblada la dicha ciudad y en los demás de sus términos, hay mosquitos que dan fastidio, y en algunas partes víboras y culebras. Hacen poco daño".

Añadiremos un extracto de determinadas partes:
La ciudad es muy cálida, por estar a 25 leguas del mar y no correr vientos marinos sino los calientes de los llanos. El sitio es enfermo. Los vientos de la sierra cuando soplan, son frescos y sanos. Pocas veces llueve. Los años lluviosos se tienen, por dañosos y enfermos. Muchos de los naturales hay faltos de vista y con nubes. También hay calenturas que no son contagiosas. Se curan con purgas y sangrías y con aguas compacionadas (sic) para los ojos. Las ovejas cuestan un peso y menos; las cabras medio peso; los puercos, cinco y las vacas seis. Sólo quedan dieciséis vecinos con repartimientos...

TRASLADO -A PAYTA
Posiblemente en 1578, los. Pobladores de San Miguel de Piura la abandonaron y se trasladaron la mayoría de ellos a Payta, otros a Catacaos y al valle del Chira. Se ha atribuido este segundo éxodo a las enfermedades (calenturas y mal de ojos).

Pero en Paita, los piuranos no pudieron permanecer mucho tiempo. Apenas 10 años. Cuando gobernaba al Perú Don Francisco de Toledo ya le pedían que trasladase la población a otro lugar, pues muy mal la pasaban en el puerto, principalmente por la falta de agua y leña, que había que conducirlas desde la desembocadura del Chira por medio de balsas, con gran dificultad y peligro. No había sembríos tampoco y por lo mismo las provisiones para los pobladores y el forraje para los caballos había que llevarlos también por mar desde el valle distante.

Pero no alcanzó o no quiso don Francisco de Toledo ordenar la traslación. Está probado, no obstante, que consultó sobre ello al Rey de España. Tampoco autorizó el traslado, el sexto Virrey don Martín Enríquez de Almanza. Fue el sétimo Virrey, don Fernando Torres y Portugal, Conde de Villar don Pardo, el que sin solicitar la aquiescencia del Rey; movido por la necesidad y las múltiples súplicas de los piuranos-paiteños, ordenó la traslación al sitio donde hoy la ciudad se encuentra, denominado entonces Chilcal.

En la Audiencia de Lima, uno de los Oidores el Licenciado Marañon se opuso al traslado definitivo; pero el Virrey procedió y asumió la responsabilidad, quizá si porque alguna simpatía guardaba a los que en Paita moraban, ya que cuando vino de España y en Paita desembarcó, fue atacado por una enfermedad y los pobladores tuvieron ocasión de servirle y atenderlo con mucha solicitud (Don Fernando era delicado de salud y viejo cuando vino al Perú. Don Ricardo Palma afirma que se le llamaba "El Temblecón")

CARTA DEL VIRREY A SU MAJESTAD
Como la descripción de la ciudad de San Miguel citada más arriba, poco conocida es también la carta dirigida por el Virrey Torres y Portugal a Su Majestad el Rey, noticiándole de su decisión de trasladar la población al valle de Catacaos, que es donde se encuentra desde 1588. En dicha carta, cuyo original se conserva en el Archivo de Indias, se ve que lo que acabó por determinar al virrey para autorizar el traslado, fue el asalto que sufrió Paita de parte del pirata. Cavendish, respecto de lo cual, el Virrey textualmente dice: "...y después llegados los tres navíos de ingleses de el capitán Thomás Lanys (sic, por Tomás Cavendish) que el año pasado entraron en este mar del Sur al dicho puerto de Payta con la mucha flaqueza y poca resistencia de gente que en él hallaron, entraron a la ciudad y quemaron casi todas las casas que serían veinte y cinco o treinta, la mayor parte de cañas, pajicas y las otras de adobes..."

En el mismo documento —que habría que publicar íntegramente- Torres y Portugal, oscuro Virrey, pero inolvidable para Piura, comunica a Felipe II que ha procedido a enviar al Capitán Juan Cadalzo Salazar para que visitase los llanos y trasladase la ciudad" y la trazase y fundase "en el dicho valle (de Catacaos) donde los indios no recibiesen daño

LA FUNDACIÓN DEFINITIVA
De cómo cumplió su misión Cadalzo y Salazar hay mucho que decir, que no cabría dentro de este trabajo necesariamente condensado. Se apuntará solamente que la fundación oficial se efectuó, con toda la solemnidad exigida por las disposiciones de la Corona, el día 15 de agosto de 1588, día del Tránsito —por lo que el nombre oficial de la ciudad era San Miguel del Tránsito de Piura-  y que Cadalzo Salazar dictó ipso-facto las primeras ordenanzas que sirvieron para reglamentar la vida comunal de Piura.

Del acta de la fundación definitiva y de las ordenanzas de que acaba de hacerse mención también existen copias, cuyos textos  -lo mismo que los documentos anteriormente citados- son poco menos desconocidos, excepto para los historiógrafos, y habrá que procurar su publicación.

EL REY NO APROBÓ EL TRASLADO SIN SU PREVIO CONSENTIMIENTO

Para finalizar, un aporte novedoso, aunque de larga data no se ha dicho por ningún historiador de Piura que el Rey de España no aprobó que se hubiera hecho el traslado definitivo de la población de Paita al Chilcal, sin habérsele consultado previamente. No otra cosa significa la acotación puesta al margen del documento pertinente, con la rúbrica del Rey.

Nos referimos a una relación o resumen de la carta del Virrey Torres y Portugal ya mencionada, al margen de la cual el secretario anotaba lo que debía contestarse en nombre del Rey. Tales anotaciones marginales las rubricaba el propio soberano y servían de borrador para la respuesta. La acotación, puesta al margen de la noticia sobre el traslado de la ciudad -el original también se encuentra en el Archivo de Indias copiada textualmente, dice:

"Que es de creer que se habrá procedido como conviene, aunque sin dejar de ser de algún inconveniente  tanta mudanza (era la tercera mudanza) y el quedar aquel puerto (Paita) desamparado; pero por ser cosa que él (el Virrey) —como quien tiene la cosa presente-» la habrá mirado bien, y así se le remite (de remisión, perdón) todo, aunque sería bien que, para hacer una mudanza como esta de la ciudad, se diese primero cuenta a Su Majestad. (Una rúbrica)"

Llega a saberse por eso que el Virrey Torres Portugal obtuvo remisión o perdón por haber trasladado la ciudad de Piura al Chilcal de Tácala, sin haberlo previamente consultado y sin la anuencia previa del Rey.

Bibliografía

Horkhemier.- Vistas Arqueológicas del Noroeste del Perú.
Jerez.- Verdadera Relación de la Conquista del Perú.
Cieza de León.- La Crónica del Perú.
Ricardo Palma.- Tradiciones Peruanas.
Urteaga.- Colección de Libros y Documentos
Levillier.- Gobernantes del Perú

PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO
OCTUBRE DE 1958

martes, 13 de septiembre de 2011

LOS LINDEROS DE PIURA


Por CARLOS V. CHÁVEZ SÁNCHEZ

ABSOLUTAMENTE identificado con la reclamación insinuada por el Club Departamental de Piura e interpuesta por el Concejo Provincial, solicitando al Jefe del Estado, disponer que se enmiende el error en que se ha incurrido al modificar los límites entre los Departamentos de Piura y Lambayeque, con detrimento del primero, como aparece en la carta últimamente editada por el Instituto Geográfico Militar, me considero obligado, como un piurano más, a contribuir directamente al esclarecimiento y resolución de este problema, que jamás debió producirse, al que Piura nunca pensó verse enfrentado y que le afecta honda y seriamente..

El 13 de abril de 1946 fue promulgada la ley N9 10553, que declara (Art.1°) de necesidad nacional la dación de un Estatuto de Demarcación Territorial, así como la Redemarcación Territorial de la República; autorizando al Poder Ejecutivo (Art. 29) para designar "una Comisión que estará formada por miembros de la Sociedad Geográfica de Lima, y de otras entidades técnicas cuya capacidad en las diversas profesiones y actividades, sea ampliamente reconocida,para que haga un detenido
estudio del territorio nacional, en todos sus aspectos: geográfico, económico, administrativo, comercial, industrial, demográfico, militar, social, religioso, de comunicaciones y demás conexos y proponga un Estatuto de Demarcación Territorial de la República".

Tanto el proyecto de Estatuto como el anteproyecto relacionado con el plan de nueva demarcación deberán ser enviados al Parlamento (Art. 3) cuando más a los comienzos de la Legislatura Ordinaria de 1948".

De conformidad con esta ley, por Resolución Suprema de 24 de mayo del misino año —1946— fue nombrada la comisión encargada de formular los anteproyectos de Estatuto de Demarcación Territorial y de Redemarcación Territorial, de la República, "que deben ser sometidos a la consideración del Congreso Nacional, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley N? 10553", (Primera disposición resolutiva),

II

El 18 de Noviembre de 1947, "en cumplimiento con lo dispuesto" por la "Presidencia" de la Comisión del Estatuto y de Redemarcación Territorial, los miembros de la Asesoría Técnica: Teniente Coronel Absalón Jaymez Quezada, Capitán de Corbeta Víctor M. Arenas y Dibujante Cartógrafo Antonio Suárez B., se constituyeron en el Departamento de Lambayeque "con el fin de realizar, en el propio terreno un ensayo de demarcación territorial". (Punto 1° del Informe de la Asesoría Técnica, de fecha 21 de enero de 1948 y publicado en un folleto impreso por D. Miranda. Lima, 1947 (?).

Entre el 18 de noviembre y el 18 de diciembre de. 1947, los miembros de la citada Asesoría llevaron a cabo el ensayo que se habían propuesto; dejando al criterio de la Presidencia de la Comisión "das el justo valor que le merezca el trabajo realizado". (Punto 10° del informe).

Por Decreto Supremo de 14 de abril de 1948, y "Considerando: Que según el adjunto oficio s/n. de la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial, creada por Ley N° 10553, se ha realizado la labor de demarcación política de los distritos y provincias del Departamento de Lambayeque, como labor preliminar para los estudios de una futura redemarcación", se dispuso que la citada Comisión procediera a la colocación de hitos divisorios de los distritos y provincias del. Departamento de Lambayeque, de conformidad con los mapas y cartas geográficas levantadas" (Art. 1° del Decreto).

III

Hasta aquí, hasta el momento en que se autoriza a la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial, para la colocación de los hitos divisorios de los distritos y provincias del Departamento de Lambayeque, las deficiencias, los errores y cualquier extralimitación de la Asesoría Técnica no podían preocupar mayormente. Se trataba hasta entonces de un simple ensayo de demarcación, circunscrito a un soto aspecto: el geográfico, uno de los muchos contemplados para la delimitación territorial de la República por la Ley 10553. Era un experimento, y como tal, sujeto a todas las resultas del aprendizaje y de la probanza, del estudio, de la observación y de la enmienda. Además, la labor realizada en Lambayeque por la Asesoría Técnica, no podía tomarse efectivamente sino como una tentativa; puesto que su tarea habría de ser revisada y depurada, para hacerla suya, por la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial encargada de formular los proyectos ordenados por la ley.

Confirmando esta valuación, el Poder Ejecutivo, celoso de sus actos, al expedir el decreto de 14 de abril de 1948, precisó claramente su juicio, considerando como "labor preliminar para los estudios de una futura redemarcación", la realiza¬da en Lambayeque por la citada Asesoría. Siendo así, cualquier reparo a esa labor y su discusión vendrían después. Primero, en el seno de la Comisión del Estatuto y Redemarcación Territorial, durante la estructura de los proyectos a su cargo, comprendiendo a toda la República y no sólo a uno de sus Departamentos; y, luego, mucho más tarde, en el Parlamento, cuando esos proyectos fueran puestos a debate. Por esto, confiando en este razonamiento lógico, Piura permaneció casi impasible cuando hace más de un año uno de sus autorizados voceros. -"El Tiempo"—, divulgó ese ensayo como un asomo de amenaza desmembradora. El frágil respaldo de la Asesoría sobre una "copia certificada" de tres documentos de particulares, discutibles e improcedentes para pretender modificar los límites entre Lambayeque y Piura, no era razón suficiente para alterar los ánimos; no constituía fundamento bastante para mayor reacción colectiva, inmediata y enérgica; ni debía servir de cimiento para una controversia prematura, cuyos resultados serían funestos para la armonía y fraternidad regionales, que no pueden ser rotas por el desacierto de una, dos o tres personas. Pensando y sintiendo de este modo, Piura guardó silencio ante la voz de alerta de "El Tiempo", y habría continuado en su prudente actitud, de no haber aparecido un nuevo Mapa del Perú -—el editado por el Instituto Geográfico Militar, institución oficial de la más alta responsabilidad-, en el que el ensayo demarcatorio de la Asesoría Técnica se da como válido, como legalmente refrendado. Y esto sí que ha conmovido a Piura; porque al experimento se le ha extendido patente de hecho resuelto; porque a la “ labor preliminar" se le ha tomado como labor definitiva y sancionada; y, sobre todo, porque la discusión a la que han sido llevados dos Departamentos vecinos y hermanos, peruanos los dos, substancialmente un solo todo por varias centurias, está sembrando ya la rivalidad, reflejada en la codicia que va aflorando en el uno y en la firme resolución del otro, de defender su propiedad original, fidedigna y legítima.

IV

No puede dejarse de abrigar la certidumbre de que la Asesoría Técnica fue comisionada exclusivamente, de acuerdo con los conocimientos dominantes de sus componentes» para realizar una prueba de demarcación, a la que, sensiblemente, no rodeó de las condiciones necesarias para su éxito, inclusive sin tiempo alguno para acopiar, estudiar y acrisolar todos los documentos indispensables y requeridos para una tarea de deslinde, no de tierras de pertenencia particular, sino de circunscripciones territoriales con una jerarquía política determinada, con una jurisdicción de gobierno y administrativa precisa y con un patrimonio vivo e inajenable de bienes espirituales, morales y materiales, amparados todos por la ley, la historia y la tradición. Un mundo de esta índole, grande o pequeño, no puede ser objeto de una nueva delimitación, ignorándose o lesionándose sus auténticos derechos.

La Asesoría Técnica, no encontrando ninguna ley ni decreto de creación del distrito de Olmos, limítrofe por el norte con el Departamento de Piura, ni ningún otro documento verídico eme en forma general o particular señale los linderos en¬tre ambos Departamentos, ha recurrido para fijarlos a una "copia certificada" (no el original) extendida el 27 de mayo de 1847 por el escribano Manuel Paredes, dando fe de tres providencias virreinales, expedidas, la primera, por Blasco Núñez de Vela, el 9 de mayo de 1544; la segunda, por Pedro de la Gasca, el 29 de abril, de 1550; y la tercera, por Francisco de Toledo, el 13 de abril de 1578; esta última "confirmatoria" de las dos anteriores y referentes las tres al mismo asunto: propiedad de las tierras comunitarias de los indios de Colán, Paita, Catacaos, Sechura y Olmos, Es decir, la Asesoría Técnica ha confundido completamente el encargo. En lugar de señalar los límites entre los Departamentos de Lambayeque y Piura apelando a las leyes vigentes, ha llevado a cabo un deslinde de tierras de dos Comunidades -la de Olmos y la de Sechura-, cuyo pleito, por otra parte, corresponde a los jueces comunes.

Con todo, preguntémosnos; ¿Son auténticas esas provisiones?
En el supuesto caso (imposible caso) de que lo fuera, ¿procede tomarlas en cuenta para la demarcación interdepartamental?

En cuanto a la primera pregunta, no interesa, por ahora, exponer los fundamentos, varios y elocuentes como son, para reputar de apócrifas, esas provisiones; y, respecto de la segunda, la impertinencia es más que manifiesta.

V
El problema creado, comprende dos aspectos: mejor dicho, la defensa suma dos acciones o estados distintos, que deben ser considerados y resueltos sucesivamente.
1°—Que se declare sin valor oficial y se retire de la circulación el mapa recientemente editado por el Instituto Geográfico Militar; y
2°—Que en su oportunidad se desestime, por improcedente, la "copia certificada" que ha ser¬vido a la Asesoría Técnica para su experimento de delimitación entre los Departamentos de Piura y Lambayeque.

Planteado así el problema, en sus verdaderos y justos términos, la demanda piurana debe circunscribirse por ahora, y perentoriamente, al primero; al referente a la nueva Carta de la República, que no ha debido publicarse porque en ella se han alterado los límites de Piura a base de unos documentos (algún nombre debe darse a los transcritos en la "copia certificada" puesta en juego), que no sólo son controvertibles, sino que aún teniéndolos por ciertos, serían inoperantes; y, además, porque ninguna ley ha autorizado esa modificación,

VI
En la Constitución de 1806 se encuentra la primera división completa del territorio del Perú independiente, comprendiendo entonces 7 Departamentos, uno de ellos el de La Libertad, con 10 provincias, inclusive las de Piura y Lambayeque.
La Constitución de 1856 en su Art. 98, establece que el Perú se dividía en Departamentos y Provincias Litorales; los Departamentos en Provincias y éstas en Distritos, cuya designación y sus respectivos límites serían objeto de una ley.

Las Constituciones siguientes, de 1860, 1867, 1919 y 1933, han mantenido la misma, división y el mismo precepto de que los límites de las diversas circunscripciones serán objeto de una ley, con excepción de la última, que no dice nada sobre ésta, pero que sí ratifica como atribución del Congreso, la de "hacer la demarcación y división del territorio nacional"» (Inc° 15 del Art. 123).

Con el propósito de llevar a cabo la demarcación territorial de la República, fue promulgada el 6 de diciembre de 1849 una ley, ordenando que los Prefectos organizaran expedientes reuniendo todos los datos y noticias conducentes a la mejor y más conveniente división de sus respectivos Departamentos, Provincias y Distritos, debiendo una Junta compuesta de cinco personas, que nombraría el Ejecutivo, formar el proyecto de demarcación, el que, previo estudio por el Consejo de Estado, sería enviado a la Legislatura Ordinaria de 1851, a fin de que con tales antecedentes, dictara la ley de demarcación general, que no llegó a expedirse.

Por Decreto Supremo de 23 de agosto de 1855, firmado por Ramón Castilla, se dispuso él levantamiento de la Carta Geográfica de la República y la topografía, de sus límites con Ecuador y Bolivia, debiendo nombrarse para el efecto a un ingeniero geógrafo y tres comisiones auxiliares, compuestas de cuatro miembros cada una. Este mandato tampoco tuvo cumplimiento.

Con fecha 28 de febrero de 1877 se expidió otro Decreto Supremo nombrando una Comisión, presidida por don Mariano Felipe Paz Soldán, encargada de presentar un proyecto de división territorial, comprendiendo los ramos político, judicial, y eclesiástico, y de hacer en la demarcación de la República las alteraciones que estimara convenientes. Aunque la Comisión llenó su cometido, el proyecto presentado no prosperó en lo menor.

Insistiéndose en el empeño, el 28 de diciembre de 1895 se dio una ley, de un solo artículo, mandando consignar en el Presupuesto General siguiente, la suma de S/. 6,000 para cubrir los gastos que demandara el trabajo de rectificar la. de¬marcación territorial de la República; y, por último, como antecedente inmediato de la ley 10553, se expidió la Resolución Suprema de 11 de febrero de 1924, encomendando a la Sociedad Geográfica de Lima el estudio y redacción de un proyecto de demarcación, que sería sometido al Parlamento Nacional para su sanción. Ni este proyecto ni aquel trabajo fueron realizados.

VII
Como se ha visto, no obstante de la reiteración dispositiva de una ley de demarcación del territorio nacional y de los acuerdos del Poder Ejecutivo para, lograrla, su dación no ha sido posible hasta hoy manteniéndose, por tanto, en lo que toca a los Departamentos, Provincias y Distrito di antigua formación los límites tradicionales, confirmados y estabilizados por las Leyes de 3 de setiembre de 1831 y la de Organización Interior de la República de 17 ele enero de 1857.

Según la primera: "Se declaran por límites de los Departamentos, Provincias, Distritos y Parroquias, los que en la actualidad tienen y se hallan mi quieta y pacífica posesión de hecho". (Art. 1° ).

La segunda preceptúa (Art, 2°): "Los límites de los Departamentos y Provincias Litorales son las que actualmente existen". (Piura era Provincia. Litoral desde el 30 de enero de 1887).

Tal la situación legal de los limites departamentales, provinciales y distritales del Perú reublicano.

VIII
Fue, indudablemente, teniendo en cuenta esa "quieta y pacífica posesión de hecho", garantizada por la Ley de 3 de setiembre de 1831 y revalidada por la de Organización Interior de la República, de 1857, que el Gobierno encomendó a don Mariano Felipe Paz Soldán, en 1860, la formación del primer Mapa General del Perú.

Paz Soldán, notable hombre de estudio y de gran faina, no sólo por sus vastísimos conocimien¬tos de la realidad, peruana, sino también por sus excepcionales trabajos histórico-geográficos, confeccionó el citado mapa, utilizando el que había preparado en 1845, estando en Trujillo, basado, a su vez -dice Paz Soldán-"en el mapa formado por Malespina, que existió en el archivo del Virreinato de Lima y de donde pudo copiarlo mi amigo el Sargento Mayor de ingenieros d on Gregorio de la Rosa".

Dos años después, en 1862, Paz Soldán fue comisionado por el Gobierno para hacer imprimir en Europa, bajo su dirección, el primer Mapa General de la República que fue editado en París, por Delamare, y que lleva al pie una leyenda que comienza diciendo: "Mapa del Perú mandado hacer por orden del Libertador Gran Mariscal Presidente Constitucional Ramón Castilla, por Mariano Felipe Paz Soldán ...”.

En este primer Mapa General quedó dibujada y oficializada, desde 1862, la demarcación interna del país, dentro de la cual ya figura con sus límites actuales el Departamento de Piura, erigido como tal por Ley de 30 de marzo de 1861, trece años antes de la creación del Departamento de Lambayeque.

Y ese Mapa.....-carta suspendida en todos los ho¬gares, colegios y cuarteles del Perú, existente en todos los palacios y despachos de la administración pública, inserta en todos los textos de Historia y Geografía, divulgada durante más de noventa años por periódicos, revistas, folletos y demás impresos nacionales y extranjeros; carta sobre cuya superficie plana se posaron mil veces los ojos de nuestros padres y ante la misma que se abrieron los nuestros, curiosos e indagadores, aprisionando la fisonomía de la tierra nativa del Perú entero-—, es el misino mapa que ha servido de patrón para todas las cartas nacionales publicadas después, como entre las más recientes: la de la Sociedad Geográfica de Lima, en 1912, delineada por su cartógrafo Camilo Vallejo Z., y la levantada por el Servicio Geográfico del Ejército en 1926 y reimpresa por el mismo Servicio en 1939.

IX
Ahora bien; si dejando a un lado las leyes de la República, la Asesoría Técnica hubiera deseado hurgar en el pasado para conocer los antiguos y verdaderos límites entre los Departamentos de Lambayeque y Piura, debió haber acudido a una de las fuentes más frescas y saneadas de la Colonia: a las descripciones territoriales del Cosmógrafo Mayor del Virreinato del Perú y Catedrático de Prima de Matemáticas de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, don Cosme Bueno; descripciones reeditadas en 1951 por Daniel Valcárcel, bajo el título de "Geografía del Perú Virreinal" (Siglo XVIII).

Las descripciones del notable cosmógrafo español —dice el editor-- "se inician según Mendíburu, gracias a una orden, dada por el Virrey Marqués de Villagarcía, quien le encomendó hacer parciales descripciones de las provincias, las que se incluirían en el Conocimiento de los Tiempos... Los trabajos fueron apareciendo según el orden que sigue: 1) 1764, la Introducción y la descripción de las provincias pertenecientes al Arzobispado de Lima, 2) 1765), la descripción de las provincias del Obispado de Arequipa, 3) 1766, las del Obispado de Trujillo, 4) 1707..."

"La descripción geográfica de Cosme Bueno -prosigue el editor- nos pone en contacto con la tradicional división en Corregimientos, también llamados provincias... De esta manera nótase cómo la obra de Cosme Bueno al coincidir con un momento de transición y reformas en el Virreinato del Perú, sirve de punto de partida tanto para reconstruir la realidad geográfica tradicional cuanto para conocer los alcances de las importantes reformas acaecidas en el Perú durante la segunda mitad del siglo XVIII, reformas que subsistirían basta el momento de la Emancipación".

En su reseña de las provincias del Obispado de Trujillo, Bueno apunta: comprende 10 provincias: la de su nombre, Saña, Piura, Jaén, Luyay, Chillaos, Chachapoyas, Cajamarca, Conchucos, Pataz o Cajamarquilla y la de Santa Cruz de las Lamas.

Según Bueno los límites de la Provincia de Piura eran en la época de su descripción
(1766): por el Norte con la Provincia de Loja, por el Este con la de Jaén, ambas pertenecientes al Virreinato del Nuevo Reino de Granada, por el Sudeste con el Partido de los Huambos de la Provincia de Cajamarca; por el Oeste con el Mar del Sur; por el Noroeste con la ensenada de Guayaquil; y por el Sur con la Provincia de Saña, (hoy Lambayeque).

La Provincia de Piura tenía entonces una extensión de 66 leguas de norte a sur, incluyendo el despoblado de Sechura, y 14 leguas de ancho; y comprendía doce curatos que Bueno enumera así:

III es el del pueblo de Sechura. El IV es el del puexos el asiento de la Punta, el de Morropón y el de Suipirá. El II es el del pueblo de Catacaos. El III es el pueblo de Sechura, El IV es el del pueblo de Paita, en donde hay una capilla de Nuestra Señora de la Merced. Tiene dos anexos, que son: el pueblo de Colán y el asiento de la Chira. El V es el del pueblo de Tumbes con un anexo nombrado Amotape que está en 4°52' de latitud. El VI es el del pueblo de Olmos, El VII es el del pueblo de Motupe. El VIII es el del pueblo de Salas con dos anexos que son: los pueblos de Penachí y Cañares. El IX es el del pueblo de Huarmacas. El X es el del pueblo de Huancabamba. Tiene por anexos el pueblo de Sóndor y el asiento de Chalacos. El XI es el del pueblo de Ayabaca, con un anexo nombrado Chocan. El XII es el del pueblo de Frías. Tiene tres anexos que son: Sondorillo, Pacaipampa y Cumbitos.

De haberse acogido a las descripciones de Cosme Bueno, la Asesoría Técnica habría actuado mejor: tendría en su apoyo, cuando menos," noticias, informes y documentos afianzados en la tradición y válidos durante los años postreros del gobierno virreinal. Pero como tampoco esto habría estado bien, porque Piura no puede pretender readquirir la extensión que alcanzó en los últimos tiempos coloniales, la Asesoría Técnica ha debido ajustar su labor de demarcación geográfica a las disposiciones legales de la República y consultar, por supuesto, la bibliografía, correspondiente.

X
Puesto de relieve, al través de lo expuesto, el error de la Asesoría Técnica, materializado en el Mapa últimamente editado por el Instituto Geográfico Militar, es de aguardar que el reclamo de Piura, solicitando que dicho mapa sea declarado sin valor oficial y retirado de la circulación, obtenga justa e inmediata atención, teniendo en cuenta.

1°- Que la delimitación exclusivamente geográfica verificada, con alteración de los confines entre los Departamentos de Lambayeque y Piura, no responde ni a la letra ni al espíritu de la ley 10553, que tiene por finalidad la dación de un Estatuto de Demarcación Territorial, basado en un estudio detenido e integral del país, en todos sus aspectos: geográfico, económico, administrativo, comercial, industrial, demográfico, militar, social, religioso, de comunicaciones y demás conexos, al. mismo que debe amoldarse el plan de nueva demarcación.

2°—Que la Asesoría Técnica demarcadora ha realizado su labor, ateniéndose a documentos que no sólo no concurren al propósito perseguido, por referirse a derechos privados, sino que, además, son apócrifos.

3°—Que interpretando fielmente los alcances de la ley N° 10553, no es posible sancionar la demarcación de un solo Departamento, máxime cuando todavía no se han elaborado el proyecto de Estatuto ni el anteproyecto de nueva demarcación general de la República, los que deben ser sometidos a la consideración del Poder Legislativo'.

4° Que es atribución exclusiva del Parlamento hacer la demarcación y división del territorio nacional.
Lima, 23 de Setiembre de 1953

(PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO-OCTUBRE DE 1958)

domingo, 4 de septiembre de 2011

PAITA: SU HISTORIA Y SU LEYENDA




Por Ricardo Pastor


La Provincia de Paita fue creada por Ley de 30 de marzo de 1861. Su capital es la ciudad del mismo nombre, categoría que le reconoce la ley. Tiene los siguientes distritos: Paita (6,797 hab.), creado en la época de la Independencia; Amotape (1,901 hab), creado por decreto de 8 de octubre de 1840; Arenal(507 hab.), creado por Ley de 3 de noviembre de 1874; Colán (1,820 hab.), creado por Decreto de 8 de octubre de 1840 (la ley Nº 819 de 14 de noviembre de 1908 trasladó la capital de este distrito al lugar denominado Pueblo Nuevo, que por esta ley tomó el nombre de San Lucas); La Brea (7,078 hab.), creada por Ley N° 7627, de 31 de octubre de 1932 (su capital es el pueblo de Negritos); La Huaca (2,012 hab.) creado en la época de la Independencia; Máncora (4,168 hab.), creado por Ley Nº 818 de 14 de noviembre de 1908, la que le señaló como capital el distrito de Talara. La ley N° 7627 de 31 de octubre de 1932, trasladó la capital distrital al pueblo de Lobitos; Pariñas (12,985 hab.), creado por Ley N° 2627 de 31 de octubre de 1932; Tamarindo (1,584 hab.), creado por Ley Regional N° 315 de 28 de agosto de 1920; y Vichayal (1,507 hab,) creado, por Ley Regional Nº 316 de 28 de agosto de 1920,"y esta misma ley le señaló como capital distrital al pueblo de San Felipe de Vichayal.

La Provincia contaba, según los datos del último censo, —año de 1940— con 39,359 habitantes. Al valle del Chira corresponden 15,128 habitantes y- a la zona petrolera 24,231. 
La Ley que creó Paita fue sancionada por el Gobierno del Mariscal Don Ramón Castilla y refrendada por su Ministro de Gobierno Don. Manuel Morales. Al evocar a Paita tras la densa bruma del recuerdo y del tiempo diremos con Enrique López Albújar: "Este es Paita, el puerto que todos los piratas guiados por el sino de una fatal estrella como si se tratara de una esquiva doncella venían de otros mares a darles serenatas al son de fragorosa música de fragatas".

En realidad según apunta Aurelio Miró Quesada Sosa en su obra "Costa, Sierra y Montaña" "Paita es uno de los puertos de más antigua historia y mayor tradición en el Perú. Centro del principal núcleo urbano durante un tiempo de la región, importante escala en el comercio con este continente, por ella han pasado Virreyes, en ella han vivido hombres de lustre y prestigio, y han constituido en la colonia, uno de los lugares de información y relación más eficaces".

Desde los remotos tiempos incaicos, y aún antes, es probable que, por su magnífica bahía abrigada, los mochicas hayan hecho uso de Paita como base de sus expediciones por mar. Viejas leyendas nos hablan de invasores que conquistaron diferentes lugares de la costa. Recientemente el noruego Thor Heyerdahl cree haber probado que la Polinesia fue poblada por peruanos y, no sería extraño, que esos pobladores hubieran sido mochicas; y el feliz arribo a Samoa del navegante norteamericano Willis —después de su dramática y aventurera travesía de 6,000 millas por el Océano Pacífico—refuerza la teoría de Heyerdahl.

Los cronistas de la conquista recogieron y consignaron tradiciones de guerreros de talla gigantesca, y en Lambayeque subsiste la hermosa leyenda romántica de Naylamp, que viniera por el camino del mar, toda la época anterior a la venida de los españoles se entrevé en las leyendas tejidas por los cronistas. La cerámica es casi el único nexo con la época Prehispánica y es susceptible, claro está, de múltiples y contradictorias interpretaciones. Si hubo en la región grandes cementerios o huacas de importancia considerable, han desaparecido, siendo difícil establecer el grado de civilización alcanzada, al no tener mayores vestigios de tejidos e implementos domésticos.

En lo que concierne a la Provincia de Paita, durante la época preincaica, parece ser que la parte más importante era el Valle del Chira, en el que se reanime la existencia de diversos reinos rigiendo en ellos el matriarcado— tal como el de la Capullana de Amotape que era, sin duda, Vasalla de los Incas, después de la conquista de Huayna Cápac, Hay tradición que asegura que este Inca pasó por Colán e incluso dejó descendencia, pues los antiguos miembros de la familia Macharé se enorgullecían de su estirpe incaica.

Antes de las invasiones centroamericanas -sostiene Riva Agüero en su "Historia del Perú" habitaban los Uros, procedentes del Este Amazónico, que avanzaron por la depresión de la Cordillera en la Cuenca del Marañón. Estos eran, en su mayoría, dolicocéfalos, meros cazadores y pescadores, Pero sigue afirmando Riva Agüero con anterioridad a los Uros existían dolicocéfalos de alta estatura, los extintos pescadores antropófagos, cuyos vestigios ha hallado Uhle, en las cavernas de nuestro litoral.

Una raza, tronco, madre y educadora de quechuas, aymaras y araucanos dice Riva Agüero- ha penetrado en las serranías del Perú trayendo su técnica agrícola y cerámica, procedente de Centro América. Por todo este análogo substrato se explican las semejanzas con los mayas en que tanto insiste Uhle; las del idioma mochica con el Chibcha o muisca y varios dialectos centroamericanos; la eufonía del Naylamp y sus compañeros en la posterior inmigración marítima a Lambayeque. Amotape -al decir de Germán Leguía y Martínez -es el pueblo más antiguo de la Provincia de Paita. Existía ya al arribo de los conquistadores y su pueblo era, como los comuneros de Tangarará, fuerte e indomable. Al llegar Pizarro citamos al historiador Jerez- gobernaba Amotape el Cacique Álmotaxe, que se enfrentó, altivo y gallardo, a la ruda y férrea soldadesca española. Vencido Almotaxe y su compañero el Cacique del Chira fueron muertos en la hoguera, tras cruel y sumario proceso. Pero el amor, las mujeres y la muerte van juntos reza la tradición como en la tesis filosófica de Shopenhauer. "La Capullana de Colán encendió de amor y sumió en la locura a uno de los compañeros de Pizarro".

En el año de 1531 citamos los "Anales" de Montesinos Pizarro se embarcó en Tumbes con su gente, en tres navíos. Luego de una breve navegación llegó a dar vista a una hermosa bahía y echó tripulación a tierra. Había en ella pocos indios y acudieron en sus balsas a desembarcar a la tropa. Los habitantes del puerto dice el historiador Prescott "contemplaron a los maravillosos extranjeros y les llevaron frutas, pescados y vegetales”, prueba indudable del generoso espíritu hospitalario de los paiteños. Pizarro envió a Panamá los tres navíos- con "treinta mil pesos de oro, alguna plata y muchas esmeraldas" como señal de la riqueza de la tierra. A poco fundó Piura "con el ánimo de que en ese lugar se juntase la gente que venía, de Panamá y Nicaragua".

Paita fue escribe Fray Reginaldo de Lizárraga, en el siglo XVIII "escala de todos los navíos que bajan del puerto de la Ciudad de los Reyes a Panamá y México, y de los que suben de allá para estos reinos".Bella y roja tradición marinera la del puerto de San Francisco de la Buena Esperanza. Los convoyes de piraguas indígenas zarpaban de Paita, en viajes cuyo misterio no ha desentrañado la historia. Escala obligada de los galeones españoles fue víctima desde 1587, del fiero ataque de los corsarios, las sombras atormentadas de Spilberg, Cávendish, Cliperton y Anson, vagan, insomnes, en la sombra de las noches porteñas. ¿No partió de Paita la expedición dé Alvaro de Mendaña y de Isabel Barreto, en la cual rindiera la vida el descubridor de las Islas Marquesas? A la muerte de Mendaña, Isabel Barreto asumió el mando de la expedición, auxiliada por el navegante Pedro Fernández de Quiroz y llegó a Manila. Paita es así dice Miró Quesada Sosa "la primera etapa de la gloria de quien debe considerarse, sin disputa, por la cronología y el espíritu, la primera viajera del Perú". En "Halls Voyage" (pág. 77) dice, a la letra, su autor: "Anclamos en Paita, lugar celebrado en los viajes de Anson, así como en las historias de los bucaneros". Paita era un pueblo de resonancia universal.

Paita se vio asaltado, innúmeras veces por filibusteros Sir Francis Drake, en 1579, sale con dirección a Paita, al tener noticia del viaje de galeones cargados de tesoros. A la altura del cabo de San Francisco apresa al navío español "Sacafuego" y redujo a cenizas la Iglesia, el Monasterio y los principales edificios de la ciudad. En el año de 1587 -dice Riva Agüero Sir Thomas Cavendish apresó en Trujillo al piloto de un navío español y lo envió a Paita como parlamentario para exigir un cupo a los vecinos. Los paiteños dice el mismo historiador no quisieron conciertos con el enemigo y llevándose al piloto mensajero, huyeron de la ciudad. Cavendish se apoderó de caudales y mercaderías y arrasó con la población. El éxodo de los paiteños originó el establecimiento de Piura en el lugar que actualmente ocupa.
Jorge Spilberg, en 1615, recaló en Paita, prevenido ya para la defensa. La escasez de gente y recursos no ofrecía posibilidad de vencer al temido y famoso corsario. Spilberg intentó desembarcar por la mansa y próxima caleta de Colán, pero su proyecto fue desbaratado por doña Paula Piraldo y Herrera de Andrade y Colmenero, encomendera de Colán, quien movilizó a su repartimiento de Indios para oponerse al desembarco. Puesta ella dice Leguía y Martínez "a la cabeza de la numerosa columna, ocupó los puestos de mayor peligro, dio con ello el más varonil ejemplo y reconfortó el espíritu de sus improvisados milicianos". El piloto holandés, atemorizado ante los aprestos bélicos de doña Paula Piraldo, levó anclas y enrumbó a Filipinas. El poeta colonial D. Luis Antonio de Oviedo y Herrera, Conde la Granja, en la estrofa 89, del canto doce, de su "Poema a Santa Rosa de Lima", dice:
“Sigo al pirata a Paita, que me llama / desde Colán su ilustre Encomendera /doña Paula Piraldo, cuya Fama / el puerto preservó de arder hoguera / en la ocasión; y sus elogios clama / con tal ponderación pluma extranjera / que al Perú defraudara de esta gloria, /la mía no honrara su memoria”.

El Rey Felipe III, el 15 de octubre de 1618, elogió la hazaña de esta eminente heroína paiteña. Doña Paula era a la vez, una ama generosa y creyente. Fue donación suya el terreno donde hoy se levanta el convento y hoy colegio de Belén. En el año 1680 Watlin, inglés, se dirige contra Paita, pero es rechazado vigorosamente. En el mismo año Cowley y Eaton, del grupo de piratas capitaneados por el inglés Guarlin, recalan en, Paita, donde apresan dos navíos fondeados en la rada. El 21 de marzo de 1720 fue Paita incendiada y saqueada nuevamente por piratas franceses al mando de Juan Clipperton. Antes, el año 1585, Eduardo Davis asedia la ciudad durante seis días y concluye por reducirlas a cenizas.

Piratas ingleses la asaltaron nuevamente el 18 de noviembre de 1741, a las diez de la noche, bajo el comando de Anson. Cometió éste todo género de tropelías y -según la tradición- decapitó a la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Las Mercedes, hoy patrona de las Armas del Perú. De acuerdo con los piuranos que lo hicieron el 4 de enero de 1821 los paiteños proclamaron su independencia antes que en Lima, o sea el 14 de enero de 1821, siendo Comandante Militar de la Plaza don Francisco de Frías y Adrianzén. El primer Alcalde Republicano fue un prominente vecino, emparentado con los Cárcamo, pariente de los Noel y de Camilo Carrillo. Fueron regidores los próceres Antonio Gómez y Esteban Gómez, don Juan Vega, don Juan Aguirre y don José Gabino Gómez. Figuras próceres del Perú están unidas indisolublemente a la historia no escrita dé la Provincia de Paita. En los albores de la gesta libertadora, los marinos paiteños, Victoriano y Andrés Cárcamo, se apoderaron de un navío español y fue ese el primer buqué que aportaba el Perú a la flota que comandaba Lord Cochrane.

Miguel Grau, el más gallardo y generoso de nuestros héroes, se educa en la Escuela Náutica de Paita, y en ese puerto, a los diez años, inicia su crucero de gloriosas aventuras. En las elecciones políticas de 1875 -¡Gran honor para Paita!-es elegido Diputado Nacional. Y entre la humilde y oscura tripulación del "Huáscar" —¡los héroes anónimos no son identificados por la historia!— combaten y mueren docenas de marineros paiteños. El Capitán de Navío Juan Noel y Lastra nace en Paita en el tormentoso año de 1810. Desciende por línea materna de los Caciques de Colán. Estudia en Vergara, España, donde se educan otros marinos peruanos. En 1836 es Capitán de la goleta "Caupolicán". Ingresa a la Marina .de Guerra el ano de 1841. Es uno de los precursores de la navegación fluvial en nuestros grandes ríos amazónicos. Se opuso enérgicamente, como Capitán de la goleta "Libertad", a la ruptura del bloqueo de "Huanchaco" por el navío inglés "Comorant". Responde a la amenaza del marino inglés diciendo que en su buque había suficiente pólvora para hacerlos volar a los dos. Muere valientemente el 2 de mayo de 1854 en el naufragio del buque peruano "Las Mercedes". "Trataré de salvar mi buque o pereceré en él", fueron sus últimas palabras.

Los oficiales de nuestra Marina de Guerra, Emilio y Raymundo Cárcamo, mueren heroicamente en la batería "Maipú “durante el Combate del 2 de Mayo de 1866. Camilo Carrillo, marino paiteño y hombre de ciencia, honró a su Provincia natal. Trajo a remolque en el año 1865, desde Nueva Orleans por el estrecho de Magallanes los monitores "Manco Capac" y "Atahualpa". El ingeniero Federico Blume y Othon aprestándose a la defensa de su país de adopción construye, con obreros paiteños, el primer submarino en el año infausto de 1879, y realiza exitosas pruebas de inmersión en la bahía de Paita.

En Paita vivió y murió Manuela Sáenz, amada de Bolívar y "la única mujer" según Don Ricardo Palma que llegó a ejercer imperio sobre el épico y deslumbrante Libertador americano. Residió en Amotape hasta el año 1854, en qua falleciera, Simón Rodríguez, el sabio y excéntrico maestro de Bolívar. El General Antonio de la Guerra ayudante de campo de Bolívar y actor en la epopeya de la Independencia Americana –afincase en Paita, lejano ya, en el escenario de la historia, el drama final de Santa Marta, Los descendientes del bolivariano General -¡Martirio, Trabajo, Inteligencia!- fundaron la más alta tribuna del pensamiento en el Perú. José Garibaldi el "Condottiero" legendario anclaba en el Puerto. Capitán de buques cargados de mercaderías y dé ensueños. El político ecuatoriano Gabriel García Moreno, en una dura etapa de ostracismo, fue vecino del pueblo de Paita.

No podemos dejar de rendir homenaje a la memoria de Enrique Coronel Zegarra, quien trabajara, sin pausa y sin reposo, para conseguir la construcción del ferrocarril dé Paita al Marañón, habiendo hecho valiosos estudios. Esta obra es de gran trascendencia para el Perú en general, y en particular para Piura y debe ser uno de los objetivos permanentes por los que debemos luchar los piuranos, ideal que el más alto dé los poetas del Perú lo defiende en los cuatro versos porveniristas de "La Epopeya del Pacífico", que dicen, a la letra: Cuando luego de Paita, con enérgico trazo/ amazónico margen solicite el carril/ y el Pacífico se una con el épico Río/ los trenes galopen, sacudiendo su crin...

PERIODISMO EN PAITA
Como una muestra del esfuerzo intelectual de los hijos de Paita, haremos una reseña cronológica de los periódicos publicados en Paita, desde el año 1860 hasta nuestros días, mencionando, en lo posible, a sus redactores y editores: “El Instructor" y "El Hado de Paita, publicados por José Antonio Garrido en los años 1862 y 1864, "El Eco de Paita", editado por el mismo Garrido, en los años 1868 y 1884, "El Fonógrafo", editado por Benjamín García en los años 1889 y 1890. "El Constitucional" editado por el misino García y que tuviera como redactor prin¬cipal al periodista Julio Octavo Reyes. "El Paro de Paita", que tuviera tres épocas. "El Rector", edita¬do por J. Tomás Coloma y redactado por Darío S. Rubio. "El Alba", cuyos, redactores fueron Darío S. Rubio y Alejandro García Cortés. "El Siglo XX", editado por Eleazar A. Sánchez. "El Independiente". "La Reforma", editado por Gil Antonio Guerra. "La Igualdad", editado en su primera época por Francisco Valdez, "El Mosquito". "El Norte", editado por Daniel L. Castillo, "El Comercio", editado y redactado por Juan Manuel Lazo. "La Voz", se publicó por primera vez el 25 de noviembre de 1906, llanta el 28 de mayo de 1909, inclusive. Reapa¬reció el 9 de junio de 1909, hasta el mes de diciembre del mismo año, en que cesó de editarse. Fueron sus editores, y redactores los hermanos Alejandro y Héctor García Cortés. "El Progreso". "Él Microbio". "La Sanción". "Francés y Disfraces". "La Alianza", en 1909, editada por Enrique García. "El Progreso", fundado el 19 de junio de 1906, cuyo Director fue Daniel L. Castillo, ejerciendo la colaboración Florentino Alcorta y Juan Manuel Lazo. Dejó de publicarse en 1907. "El Mosquito", publicado en 1906, editado y redactado por Florentino Alcorta. "El Morro", fundado el 16 de junio de 1906 y cuyos Directores fueron Inocencio P. Lombardozzi y Bartolomé Zapata Acha. Fue colaborador Julio C. Guedes. El N° 13, y el último, se publicó el 28 de septiembre del mismo año. "El Artesano", se fundó el 23 de junio de 1911, editado por Miguel F. Martínez y redactado por Miceno Carnero, Dejó de publicarse, semanalmente, el mes de diciembre de Í912, habien¬do sido bisemanario en los meses de octubre y noviembre del mismo año. Comenzó a publicarse, mensualmente, el 25 de enero de 1913. Fueron esporádicamente colaboradores Julio C. Guedes y Carlos F. Fiore. “La Prensa Libre” fue fundada el 1° de marzo de 1908, siendo su director Francisco Valdez y editor José Gregorio del Castillo. Cesó de publicarse, en su número 15, al 20 de mayo de 1908.
Foto: Paisaje lunar de Paita.
PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO OCTUBRE DE 1958

BOSQUEJO ECONÓMICO DE LA PROVINCIA DE MORROPON




Por CARLOS LÓPEZ ALBÚJAR
Antecedentes sobre la creación de la Provincia de Morropón
El área geográfica que hoy corresponde a los Departamentos de Piura y Tumbes formó parte de la jurisdicción del Obispado de Trujillo durante el Virreinato, cuando en la división territorial predominaban las directivas eclesiásticas sobre las políticas," figurando desde entonces como Corregimiento, con sus Curatos y anexos. Al dividirse el país en siete Intendencias, por la Real Ordenanza de 28 de Enero de 1782 —Trujillo una de ellas— el Corregimiento de Piura continuó como tal, dependiendo siempre de la Intendencia de Trujillo. Así aparece en el Registro de Provincias, de 1821, hasta que por ley de 30 de de Enero de 1837 se le erige en Provincia Litoral y por ley de 30 de Marzo de 1861 es elevado al rango Departamento.

Por Decreto Supremo se crea en 1877 una comi¬sión encargada de preparar un proyecto general de demarcación territorial para ser presentado al Congreso. El Prefecto de Piura, Sr. Ambrosio del Valle, en su "Memoria Administrativa del Departamento de Piura", en el capítulo relativo a demarcación territorial, dice lo siguiente: "... adelantándome a cualquier pedido que dicha comisión pudiera hacer a la Prefectura, me dirigí a su presidente, el ilustre Sr, Paz Soldán, en oficio de 6 de Agosto del referido año (1877) remitiéndome todos los datos que respecto a alguna Provincias conservaba y todos los que pudiera necesitar sobre este Departamento. Consigno en ellos la necesidad de formar una nueva Provincia denominada de "Frías", pero no de la manera qué se había solicitado ya en uno de los Congresos pasados, pues entonces no se pretendió más que la división de la Provincia de Ayabaca sin favorecer en nada el buen servicio público ni el progreso de los pueblos que debían formarlas, que resultaban recargando, sin esperanza de provecho alguno, los gastos del erario Nacional. La formación de la nueva Provincia debe ser tomando sólo dos Distritos de la de Ayabaca, que son los de Frías y Chalaco, por estar muy distantes de la capital de la Provincia y en la ribera opuesta de un río; que unidos a los de Yapatera, Morropón y Salitral, que se hallan muy cerca de estos en el mismo lado del referido río, y muy distantes de esta «Capital formasen una Provincia, centro del Departamento, equidistante de las de Ayabaca y Huancabamba. Así ganaría todo el Departamento y especialmente los distritos de Yapatera, Morropón y Salitral que están separados de esta ciudad por una inmensa pampa de arena y a los que se hace difícil enviar cualquier auxilio". Así, expuesto en esta forma tan concreta, por el Sr. Prefecto don Ambrosio del Valle, vendría a ser el original, el primitivo proyecto de creación de la nueva provincia, pero sin la inclusión del Distrito de Frías y sí con la del Distrito de Santo Domingo, creado posteriormente al proyecto del Prefecto del Valle, por ley de 4 de Noviembre de 1887.

LA NUEVA PROVINCIA
Tras de grandes esfuerzos y largos años de espera, las justas aspiraciones de aquellos pueblos se llegan a cristalizar, después de medio siglo de gestación, con la Ley No. 8174, de 21 de enero de 1936, al crearse la Provincia de Morropón, constituida por loa distritos de Chulucanas o del Cercado, Morropón, Santo Domingo y Chalaco, teniendo la ciudad de Chulucanas por Capital, El 28 de julio de 1937 la capital de la nueva Provincia viste sus mejoras galas para celebrar las fiestas inaugurales, materializándose el recuerdo de tan fausto acontecimiento en dos placas de bronce; una lleva los nombres del Sr. Presidente de la República, Mariscal Oscar R. Benavides, y de los ciudadanos que ejercen autoridad en tan solemne momento, Prefecto del Departamento de Piura, Sr. Alfredo Scheelje y autoridades locales; la otra placa lleva los nombres de las personas que contribuyeron a la creación de la nueva Provincia, integrantes de comités, estando en primer término el nombre del Dr. Bernardina León y León.

GEOFÍSICA DEL TERRITORIO
Don Francisco Moreno en sus "Apuntes para una Memoria sobre el Departamento de Piura"-Lima, 1890—, y el Dr. Ricardo García Rosell, en su interesante trabajo, "Irrigación de la Costa", que fue materia de la conferencia ofrecida en la Sociedad Geográfica de Lima, el año de 1893, consideraban tres zonas abarcando el territorio departamental; clasificación deducida de la mayor o menor porción de arena que cubre el plano que le sirve de base. La primera zona que consideraban, no es otra que la formada por el tablazo costanero, con las dunas de arenas eólicas, originadas por la acción constante de los viratones; luego sigue el despoblado, con sus capas de arena de mayor espesor, acumuladas en el curso indefinido de los siglos. Decían los citados autores que la segunda zona "empieza a 8 leguas al este ele la ciudad de Piura. Pero el factor arena como clasificador es tan sólo parcialmente aplicable al territorio de la Provincia de Morropón. Tiene de la zona que llamamos el despoblado el que aquí se extiende entre el límite occidental de la provincia con la de Piura, por una parte, y la margen del río Piura en la zona de las haciendas "Huápalas" y "Vicús"; ensanchándose, por otra parte, en la zona de la Hacienda "Pabur" hasta unirse con el despoblado de Olmos, en los límites con el Departamento de Lambayeque. La serie de Colinas- formando parte de la segunda zona de la clasificación de los citados autores, no son otras que "las lomas de la Costa", que se presentan, ya aisladas, ya formando cadenas, mudos testigos de los fenómenos geológicos que llegaron a modelarlas y a dar relieve al suelo de donde emergen; colinas cuya tectónica se halla estrechamente ligada a la orogenia del Ande majestuoso. En la escasa vegetación de sus pendientes o declives, predominan los cactus gigantes, como aquel ejemplar de cactus peruvianun del Jardín Botánico de Milán, el de la anécdota de Raimondi, planta de su predilección. Cuenta el sabio ita¬liano que, mientras observaba; cómo se recortaban las ramas que habían llegado hasta el techo del conservatorio botánico y recorrían parte de él, surge en su mente la primera idea de conocer al Perú.

Algunas de estas colinas o lomas, llevan nombres que son familiares al morropano que, por lo menos, ha pasado su infancia en su suelo natal; Vicús, Llallanique, Cerro de la Cruz, Pilan, Maray, La Pilca, etc., son los vigías tutelares de pueblos y caseríos; como si estuviesen ligados al hombre por un miste¬rioso nexo telúrico.
Sigue después el intrincado laberinto de contrafuertes de la Cordillera. Arriba, la sierra con sus numerosos y pintorescos valles, formados por los cauces que conducen las aguas de las vertientes alta y media de la Cordillera. En planos inferiores, encañadas en cuyos flancos crecen y se levantan enhiestos, desafiando abismos, árboles gigantes como el esbelto palo blanco, el pasallo, el adiposo ceibo, con su color verde característico, poniendo una nota llamativa y singular en esas fragosidades; su bellota de sedosa fibra es tan perseguida como la bellota del algodonero por el insecto arriebatado o rabiatado. Y más abajo se extienden los valles formados por los afluentes del río Piura. Son los ríos Chanro, Bigote, Corral del Medio, la Gallega. Estos dos últimos unen sus aguas formando el cauce llamado Las Juntas. Sigue después el Guaranal y finalmente el Yapatera. Todos ellos son los afluentes de la margen derecha del río Piura. Por la izquierda, la cuenca está separada del despoblado de Pabur y Morante por una cadena de cerros, colinas que se extienden desde la zona de Hualcas hasta Carrasquillo.

Nacen en ella quebradas de aguas eventuales, las que discurren por estos cauces, pedregosos cuando las lluvias locales son abundantes y continuadas. De estas aguas, las de vertiente oriental de la mencionada cadena de lomas o cerros van al río Piura y las de la vertiente opuesta van a dichos despoblados. "El valle dentro de la Provincia de Morropón recibe el nombre de Valle del Alto Piura.

GEOLOGÍA DEL TERRITORIO
No está completamente estudiada su geología. Los estudios que se han llegado a practicar han tenido como finalidad la búsqueda del petróleo. El geólogo V. F. Masters, al explorar la zona petrolífera del Norte del Perú, practica el estudio relativo a las correlaciones de las formaciones de la costa de Tumbes, Piura y Lambayeque. Recorre la faja de territorio que se extiende de Tambo Grande, distrito de la Provincia de Piura, hacia Chulucanas y el interior, siguiendo el río Yapatera, reconoce otra, faja desde Morropón hacia el río La Gallega, hasta un punto cercano a Santo Domingo; y una tercera, de Morropón a Salitral, siguiendo por Buenos Aires y Los Cerritos.

Como el objeto principal del estudio era descubrir la existencia de equivalentes litorales del terciario marino, se llegó a la conclusión de que los terrenos estudiados no representan las capas petrolíferas de dicho litoral. Sin embargo, se obtuvieron datos sobre la geología general del suelo de los itinerarios seguidos dentro del territorio provincial. Cerca a Chulucanas se observaron repetidos afloramientos de cuarcitas y pizarras muy metamórficas, especialmente a una legua de esta ciudad. El metamorfismo estaba tan avanzado en algunos casos que era muy difícil reconocer los planos de estratificación originales. Se determinó que "Chulucanas ubica en la zona de contrafuertes de la cordillera y en el cauce rellenado de un afluente del Piura. Como otras localidades situadas en el borde oriental de las planicies desiertas, surgen sobre el nivel general de la comarca, lomadas aisladas de formas cónicas y alargadas que representan el borde occidental de la cordillera, enterrada parcialmente por detritus arrastrados de los flancos de las montañas, durante la época pos-terciaria, por lo menos en una parte".

En la base del Llallanique y otras elevaciones cercanas a Chulucanas se descubrió una roca negra que parece una pizarra metamórfica, con intrusiones de porfirita y pórfidos cuaraciferos; rocas que reaparecen en la desembocadura del Yapatera. El pueblo de Morropón está situado "en condiciones geográficas exactamente iguales a las de Chulucanas, con relación al río Piura también se observaron tufos y granitos grises y coloreados que se extienden hasta Santo Domingo. Cerca de Buenos Aires reaparecen las cuarcitas y fílades y una faz pizorrosa que originalmente debe haber sido granítica. En los cerritos reaparecen las cuarcitas, en pliegues locales y fílades dislocados contra las rocas anteriores. En La Ala las formaciones son semejantes a las anteriores; y en la quebrada de este nombre, las cuarcitas descansan en discordancia con las fílades. Hasta Salitral se repiten dichas formaciones. En cuanto -a los valles transversales que conducen al interior de la Cordillera "están rellenados con enormes cantidades de detritus provenientes de las faldas de los cerros"-. Por la estratigrafía de la región estudiada, el geólogo V.F. Masters, no llegó a descubrir terrenos que ofrezcan pruebas de su equivalencia con aquellos que, en otras partes del departamento, se sabe que son petrolíferos.

CLIMA, POBLACIÓN Y SUPERFICIE
Morropón por su posición geográfica y con una extensa zona costeña, participa del clima de tipo cálido seco (CE.) del esquema de clasificación climática termo hidrológica, adaptada al país por -el profesor, Ing. A. Broggi, como clima normal, pero con profundas anomalías, manifiestas en los años 1877, 1884, 1891, 1925-6, 1932 y 1941. Chulucanas tiene un clima cálido seco (CE.); Morropón y Sa¬litral cálido húmedo. Santo Domingo goza de constante primavera; y Chalaco es propiamente frío. En Santo Domingo he regístralo una temperatura máxima de 23° y una mínima de 15°, en setiembre de 1933; y en Chalaco, una máxima de 18° y mínima de 10°, durante dicho mes y año.

En un territorio de 3,405 lema, cuadrados y con una población de 62,980 habitantes, según el censo de 1940, los pueblos que allí existen, constituyen seis distritos: Chulucanas, Morropón, Chalaco, Santo Domingo, Salitral y Buenos Aires, distrito de creación posterior a la de la Provincia. Entre las provincias del Departamento de Piura, es Morropón la de menor Superficie y la de mayor densidad de población.

MORROPÓN Y LA CONQUISTA
El territorio de Morropón fue también escenario de los primeros acontecimientos de la Conquista. El radiante sol piurano, que prende fuego en la tierra y en el corazón; tórrido sol que hizo exclamar al mitimae de la tradición: ¡Chullucani! (me derrito), ilumina con la plenitud de su luz tropical el escenario que se desarrolla a lo largo del valle del Alto Piura.

Aguas abajo se halla asentado el pueblo indígena de Piura, en la margen derecha del río, en terrenos que hoy forman parte del fundo "Monte de los Padres". Luego sigue el Cacicazgo de Pabor (Pabur), situado enfrente en la margen izquierda del Piura, y siguiendo por esta margen, aguas arriba, hasta el cacicazgo de Zarán (Serrán). Lá vida sencilla, edénica de los pueblos que allí existe: discurre entre las faenas agrícolas y las labores pastorales. La Conquista viene a trastornar su ritmo apacible.

Si la presencia del hombre blanco y barbón, cargado de los elementos de dominación, maravilla y confunde al indígena piurano él espectáculo dé un valle ameno, con abundantes recursos y numerosa población pacífica y laboriosa, sorprende y cautiva al conquistador, a tal punto que concibe la idea de trasladar ahí la ciudad recién fundada en Tangarará. Y la sorpresa es aún mayor, cuando hallándose en el pueblo de Zarán (Serrán), don Francisco Pizarro ve llegar acompañado de Hernando de Soto que regresa de Caxas (Cajas) a un mensajero conduciendo los presentes que Atahualpa, su Señor, envía al Gobernador, en homenaje de paz y amistad.

Presentes descritos por el cronista Francisco Jérez en estos términos: “…eran dos fortalezas a manera de fuentes figuradas en piedra, con que beba... dos cargas de patos secos desollados para que hechos polvos se sahumen con ellos, porque así se usa entre los señores de su tierra... y ropa de lana de la tierra de Casas que trajeron, (que es cosa de ver en España la obra y primeza della que más .se juzgara ser de seda que de lana, con muchas labores y figuras de oro, de martillo muy bien sentadas en la ropa...)..." Después de permanecer varios días en Zarán, los expedicionarios continuaron su marcha a Cajamarca, en donde se sella con la sangre del Inca el destino de un imperio.

CHULUCANAS
La ciudad de Chulucanas situada a 117 metros sobre el nivel del mar, distante de la de Piura 61 Kms, y unida a la Carretera Panamericana por un ramal de 6 km., figura ya como pueblo en la Ley de 1821, constitutiva del Departamento de La Libertad; así como en las relativas a la creación de la Provincia Litoral de Piura y de Departamento; como capital del Distrito de Yapatera.

Su primitiva condición de pueblo enclavado en te¬rreno de una hacienda, motiva el litigio de las reducciones. La ley de 24 de diciembre de 1870 le pone término, por cuanto determinaba que los pueblos o reducciones de Yapatera o Chulucanas, Moscalá Morropón, Salitral y Tambogrande quedaban dentro de la ley de 19 de noviembre de 1889, bajo condición de que el terreno por ellos ocupado fuese pagado por los moradores a sus respectivos propietarios; y disponía que el Ejecutivo enviase a un Ingeniero de Estado para efectuar el deslinde. En abril de 1873 don Vicente Eguiguren, hacendado de Yapatera, se presentó al Gobierno para exponer la decisión de ceder a título gratuito el área ocupada por el pueblo de Chulucanas, que la fijaba en 49 cuadras, siete por lado. Y así se pone punto final al viejo litigio.

Un grupo de haciendas rodea a la ciudad, promoviendo un beneficioso intercambio comercial, favorecido por la prosperidad de esas haciendas; condiciones a las que se agregan los aportes inmigratorios, mayores perspectivas comerciales y agrícolas,, propicios; y el alto espíritu progresista de sus habitantes. Hasta la última década del siglo pasado se importaba exclusivamente de Lambayeque todo el arroz que demandaba su consumo. Al implantarse su cultivo en la región, en poco tiempo la producción llega a desalojar ese producto del vecino Departamento; y tras de su cultivo se establece la industria de los molinos o ingenios de pilar arroz; asimismo, a fines del pasado siglo tenía una población de 5,355 habitantes; en el curso de cuarenta años se ha elevado a 11,953 habitantes.Situada a 8 Km. de la margen derecha del río Piura, y a poca distancia del Yapatera, cuyas aguas en determinadas circunstancias no llegan hasta allí, Chulucanas confronta de antiguo el problema de su normal abastecimiento de agua para la población.La Junta Departamental de Obras Públicas acaba de sacar a licitación la instalación del servicio de agua potable, dándole así solución a tan antiguo problema.

MORROPÓN
En la Geografía del Perú (Virreinato) de Cosme Bueno, aparece Morropón como uno de los anexos al Curato de Piura, del Corregimiento de este nombre. El poblado que radicaba en el sitio llamado Maray ¿es acaso cabeza de dicho anexo? Se sabe que a mitad del siglo XVII existía un poblado que fue reconocido y amparado como tal por el Visitador Real don Juan Cornejo, por medio de las Provisiones de 1677, refrendadas por el Virrey Don Diego Morcillo Rubio.

El primitivo caserío situado ahí contaba con una iglesia, según los datos contenidos en el inventario de bienes parroquiales, efectuado en 1870 por el cura José Fulgencio Ceijas. Los graves efectos de la humedad obligó a cerrarlos y abandonarlos. Trasladado el caserío al sitio que actualmente ocupa, en las pampas llamada de Moscalá, constituía una reducción por hallarse enclavado en un latifundio.

López Albújar, en "Los. Caballeros del Delito", al referirse a estos antecedentes se expresa así: "Morropón es un pleito de sesenta años entre un caserío y una hacienda; un caserío que ha ido ensanchándose hasta convertirse en villa y una hacienda que ha ido cercándolo e invadiéndolo hasta meterse en sus calles» Es el embrión urbano que nutrido por las fuerzas vitales de un grupo de agricultores y comerciantes, favorecidos por ciertas condiciones mesólogicas, crece hasta romper el molde que lo constriñe". Pero el viejo pleito termina como el de Yapatera, cuando el propietario de la hacienda de Morropón, don Pedro Arrese, en mayo de 1872, se presenta al Gobierno para exponer su decisión de ceder a título gratuito el área ocupada por el pueblo. En las solicitudes de los hacendados de Yapatera y Morropón recae la resolución suprema de 25 de abril de 1873, aceptándose la cesión de aquellas áreas, y manda que la Prefectura del Departamento proceda ordenar se extiendan las correspondientes escrituras públicas. El Dr. Germán Leguía y Martínez en su "Diccionario Geográfico, Histórico y Estadístico del Departamento de Piura", dice que: "los instrumentos aludidos no llegaron a extenderse, pero el solo contexto de todas las leyes y resoluciones anotadas, establece de modo indiscutible, la preexistencia de las reducciones, hoy pueblos de Morropón y Chulucanas; y los derechos que se quiso concederles sancionados por el transcurso de larguísimo tiempo".

A tres kilómetros de la población se levanta el cerro de Sondorillo, como un hierático vigía; es una pirámide triangular con una de sus caras dirigida hacia el pueblo. En su cima fue colocada, el 6 de enero de 1855, la cruz que desde esta fecha le da el nombre de Cerro de La Cruz. El Ínter-cura don José Prieto, natural de Lima, en la correspondiente "Acta de Bendición", anota que el día siguiente, el 7 de enero se hizo la fiesta de Jesús Nazareth, cuya efigie se bendijo durante la misa, celebrada con gran solemnidad, oficiando el párroco de Salitral don Juan Blanco, ayudado por el presbítero don Miguel Moreno y el párroco Prieto, que tuvo a su cargo el sermón. Después de la misa, los principales del pueblo, precedidos por el Gobernador Don Ramón Taboada, el Juez de Paz don Pedro Calle y los padrinos dé la bendición de la efigie, don Juan Manuel Carnero y doña Victoria Castillo, invitados por el cura Prieto, pasaron a la espaciosa casa de don Juan Brígido Moncada, donde se sirvió un abundante desayuno. "Estando en esta reunión -escribe Prieto— nos llegó la gran noticia de haber ganado la acción en el Campo de La Palma, cerca de Lima, el gran Mariscal don Ramón Castilla, el que entró en Lima entre las mayores aclamaciones y vivas, y el Presidente que lo era don Rufino Eehenique, perdió la batalla y se refugió en casa del Cónsul Inglés, etc., etc. Y por esta, gran noticia., muy benéfica para todos los pueblos, se aumentó nuestra alegría y regocijo, disolviéndose dicha reunión muy decentemente a las seis de la tarde",
Cuando don Antonio Raimondi llega allí en tránsito de Huarmaca a Piura, los pueblos de Morropón y Salitral son lugares, como lo anota el ilustre viajero en su libreta de viaje, que "tienen su capilla y las casas, en general, no son sino ranchos de caña".

Morropón alcanza en pocos años rápido progreso; pero a la bonanza económica, a la prosperidad comercial que le dan auge durante medio siglo ha seguido la estagnación y el abandono en que hoy se halla. Su población a fines del siglo último pasado era de 4,865 habitantes; ahora, según el Censo de 1940, es de 3,909 habitantes. Ha decrecido. La impresión que recibe el viajero es la de un pueblo que parece en ambiente de tristeza y olvido. Sólo la blanca Iglesia Parroquial se yergue alegre y optimista, como si tratase de levantar el ánimo de los moradores abatido por la desesperanza..,

CHALACO
Dos interesantes documentos, relativos a la "Doctrina de Chalaco", uno del Dr. Ribón Valdivieso, que data de 1788; y otro del Teniente de cura, don Joaquín Villacorta, escrito cinco años después del primero, suministran algunos datos sobre la fundación del asiento de Chalaco, población, iglesia, clima, agricultura y comercio. En 1694 un grupo de 20 personas constituye dicho asiento, escribe el Cura Villacorta. Noventa años después la población llega a 756 habitantes, distribuidos en familias, esparcidas en un radio de 30 leguas a la redonda del sitio donde se levantó la iglesia, en mayo de 1784. Por auto de 11 de febrero de 1788, el Iltmo. Obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón, acuerda la división de la Vicaría de Huancabamba, separando de ésta las estancias de Chalaco y Sancos y su erección en Curatos, a pedido del Fiscal de Visita. División que se lleva a cabo posteriormente, al recibirse la Real Ordenanza del 7 de setiembre de 1814, con la cual se autoriza que la "Doctrina de Chalaco" sea erigida en Curato y pase a serlo de la provincia de Piura.

Chalaco pertenece en 1826 a la jurisdicción de la provincia de Ayabaca como distrito, comprendiendo dentro de su circunscripción la que hoy corresponde a los de Chalaco y Santo Domingo. A fines del siglo pasado Chalaco, la capital del distrito, tenía una población de 400 habitantes; el censo de 1940 arroja un total de 674 habitantes. En viaje de Ayabaca a Huancabamba llega Raimondi a Chalaco y anota la presencia del frondoso árbol llamado yumpe, y que en el léxico botánico es el pircunia peruviana.

En el ya citado Diccionario del Dr. G. Leguía y Martínez se encuentra la siguiente referencia a los chalacos: "La invasión que hicieron a la capital del Departamento en enero de 1883, a las órdenes de Juan Seminario y León para derrocar al Prefecto don Fernando Seminario, ha dejado memoria eterna en esa ciudad".

SANTO DOMINGO
Con el nombre de Sancos, Santo Domingo forma parte de la "Doctrina de Chalaco" durante el Virreinato, y como parte del Distrito de Chalaco durante la. República, hasta que por ley de 4 de noviembre de 1887 es constituido en Distrito, Su nombre lo toma del patrono del pueblo, Santo Domingo de Guzmán, en cuya festividad se terminó y estrenó la iglesia el 4 de agosto de 1784 oficiándose misa solemne en ese día por el inter-cura don Joaquín Villacorta.

La población, capital del distrito con 758 habitantes, según el censo de 1940, se ubica sobre una planicie cercana a la falda del cerro, vigía del pueblo, desde la cual se domina el más atrayente espectáculo de los pintorescos valles situados a niveles inferiores.El sabio Raimondi tiene frases de elogio para la campiña y su clima, de perpetua primavera.

SALITRAL
Pueblo situado a 231 metros sobre el nivel del mar. Por su posición geográfica es punto principal del proyectado ferrocarril de Paita al Marañon. Es punto terminal de la sección Paita-Salitral, que mide 220 kilómetros. El precursor de dicho proyecto, el ayabaquino don Pedro Garrido, reconoce la región del año 1843. Posteriormente lo hacen las diversas comisiones que han practicado reconocimientos y estudios de ese proyecto, entre otras las, del Ing. Pedro Quartel y Alfredo Duval, en 1872; la que organiza y encabeza el Sr. H. C. Tweddle, y de la que forman parte los ingenieros piuranos Enrique Coronel Zegarra y Vicente Eguiguren, graduados en universidades norteamericanas; los señores Thompson y Golf, van hasta Huarmaca, determinan su altura en 2,100 metros sobre el nivel del mar y observan el paso o Cuello de la Cordillera, cercano a la población de Huarmaca; la que dirige el ingeniero Sigyetinski, que practica estudios por cuenta de la firma alemana Koppel, conforme al contrato celebrado con el Gobierno en 1909. Salitral está unido a la carretera Piura-Huancabamba, que se desarrolla paralelamente a la margen izquierda del Alto Piura, hasta más arriba del caserío de Serrán situado a 20 kms. de Salitral, cuya población es 397 habitantes según el censo de 1940.

BUENOS AIRES
Por ley No. 9908, de 20 de enero de 1944, se crea el distrito de Buenos Aires, teniendo como capital el pueblo de este nombre. En 1931, el Dr. Luis J. Rospigliosi y Vigil, propietario del fundo "Buenos Aires" me encarga escoger un terreno adecuado para servir de asiento a la futura población. Elegí una planicie que por su topografía, altura y distancia al río Piura, pero cercano a éste, queda fuera de la zona de avenidas extraordinarias del río Piura, como las del año 1925, que inundó el antiguo caserío, hecho del que fui testigo de excepción por encontrarme allí, un día del mes de febrero de ese año, en tránsito de Huancabamba a Piura A los documentos de cesión gratuita que hacía el Dr. Rospigliosí, se acompañaron el plano perimetrio y el plano piloto de la nueva población, los que preparé.

El tramo de la carretera Piura-Huancabamba que me correspondió abrir y poner en servicio a fines del año 1924, pasaba cerca al caserío; para enlazarla nueva población a esta vía, sé hizo una variante en 1944, del antiguo trazo.

EL FOLKLORE MORROPANO
Leyendas y consejas y costumbres tradicionales, supervivencias de un pasado que va dejando de ser leyenda para ser ya historia, forman los más pintorescos e interesantes materiales de un folklore, a través del cual se vuelca el alma de una región en las típicas modalidades de su ser y su sentir.

Folklore poco conocido más allá de los ámbitos departamentales. Un infatigable investigador de esta clase de estudios, el Dr. Miguel Justino Bamirez, actualmente Párroco de Catacaos, cuando lo fue de Chulucanas, llegó a reunir y formar, como él lo dice; "un manojito de recuerdos de costas vistas unas, y oídas otras..." en un libro, sin duda el primero de su género sobre el folklore morropano, bajo el título "Lo que el Cholo-Cano me dijo". A tan interesante contribución se suman las "Estampas" costumbristas del chulucanense Héctor Manrique; y algunas narraciones, como "Historia de dos Hermanos", sobre motivos regionales, de Rómulo León Zaldívar.

PALABRAS DE SALUTACIÓN
Este sencillo Bosquejo Monográfico me ha permitido ofrecer una visión limitada de la provincia de Morropón, creada en tiempo cercano a grandes acontecimientos, cuya trascendencia y repercusiones económicas han contribuido a su venturoso progreso; que también pueda servirme para presentarlo en homenaje de salutación, ofrendándolo con toda la emoción inefable que se siente al recordar al terruño, a" la patria chica, cuando median el tiempo y la distancia; que me sirva de cordial saludo a todos los pueblos que en estrecha e inquebrantable comunidad de intereses sociales, económicos y políticos constituyen la provincia. Y, asimismo, con un especial saludo al pueblo de Morropón, porque allí vine a la vida, al recibir el primer rayo de luz de su cielo azul purísimo; porque allí en una escuelita de aldea, rudimentario Kindergarten, recibí también la prime¬ra luz de los conocimientos con la clásica "cartilla del + (Jesús) Á. B. C..,." El Alfabeto precedido del signo de la cruz, colocado en primer término, tal vez para significar así que bajo los auspicios de este signo, que es símbolo de redención, sacrificio y fraternidad, nos iniciamos en la vida.
Fotos: Niñas de Yapatera, Distrito de Santo Domingo de Morropón
PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO PIURANO OCTUBRE DE 1958